El próximo 6 de agosto, Fiesta de la Transfiguración, Ayuda a la Iglesia Necesitada promueve una jornada de oración por la paz en Irak. La invitación es dirigida por AIN junto al Patriarca caldeo Raphael Louis Sako, que ha escrito la oración de invocación a la paz. «Con los cristianos iraquíes me uno a los que tenderán las manos al Señor invocando la paz en Irak. Unimos nuestros corazones y nuestras voces delante del Señor».
Como explica el presidente ejecutivo internacional de AIN, Johannes Heeremann, la iniciativa se ha inspirado en el llamamiento pronunciado por el papa Francisco durante el ángelus del domingo pasado. «Las palabras del Santo Padre -continúa Heeremann- nos ha empujado a invitar a la oración a los fieles de todas las religiones, en particular a las comunidades musulmanas tan probadas por la violencia. Frente a tanto sufrimiento, como al que asistimos hoy en Irak, debemos unirnos a nuestros hermanos que sufren y mostrar que no les hemos abandonado».
El mes pasado, Ayuda a la Iglesia Necesitada donó 100 mil euros a la archidiócesis caldea de Mosul para ayudar a los refugiados, y continúa recogiendo fondos para apoyar a la Iglesia iraquí. Como en otras ocasiones, la fundación pontificia conjuga el apoyo económico a la Iglesia perseguida y que sufre en el mundo, con la cercanía en la oración. Recientemente, AIN ha lanzado otras iniciativas similares por la Iglesia y las poblaciones en dificultad de República Democrática del Congo, Siria y República Centroafricana.
«La fraternidad y la solidaridad son lo que nuestra atormentada nación necesita en este momento -afirma el patriarca Sako-. Para miles de personas inocentes, la crisis que estamos atravesando significa gran dolor, profundo sufrimiento y privaciones invaluables».
El prelado iraquí pone el acento sobre el día elegido para la oración por la paz: la Fiesta de la Transfiguración. «Es el día de la transformación de los corazones y de las mentes en el encuentro con la luz de Dios que se emite sobre toda la humanidad. Pueda la luz del Tabor, a través de nuestra cercanía, llenar de amor y esperanza los corazones de aquellos que sufren. Pueda el mensaje del Tabor, a través de nuestras oraciones, inspirar a los líderes de este país para que sacrifiquen los intereses personales en virtud del bien común».
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