Rusia denunció este martes la represión desatada contra los cristianos que habitan en el noroeste de Irak por parte de los terroristas de la organización Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL).
El signo del Genocidio
“En Moscú sienten una profunda preocupación por las persecuciones por parte de terroristas del EIIL de los representantes de minorías religiosas que habitan en el noroeste de Irak, las que obligan a miles de cristianos y feligreses de otras religiones a abandonar precipitadamente sus sitios de residencia. Creemos que dichas acciones agresivas sistemáticas de los radicales islamistas contra determinados grupos de la sociedad iraquí (…) son inadmisibles y tienen carácter delictivo”, dijo un comunicado del Ministerio de Exteriores ruso recogido por Rianovosti.
La cancillería rusa acusa además a aquellas fuerzas que continúan apoyando al EIIL de tener una responsabilidad directa de los hechos.
«Los intentos de los fanáticos musulmanes de apostar por el conflicto religioso y destruir las tradiciones de convivencia pacífica de creyentes de diferentes confesiones en el territorio de Irak deben ser rechazados de manera drástica y severa» afirman representantes diplomáticos.
”Exhortamos a todos los representantes responsables de la opinión pública mundial a hacer todo lo que está a nuestro alcance por impedir el conflicto étnico y religioso y a apoyar los esfuerzos del Gobierno de Irak por establecer el orden en el país y resolver todas las contradicciones existentes mediante el diálogo. Este diálogo, basado en el respeto mutuo, debe estar libre de discriminaciones y necesita tener en cuenta los intereses de todas las partes integrantes de la sociedad iraquí”, destacó el documento.
El ministerio ruso comunicó que hace unos días los terroristas del EIIL anunciaron la creación de un supuesto califato en el territorio fronterizo de Siria e Irak que se extiende además por los territorios habitados por cristianos y otras minorías religiosas de la región.
Una vez establecido el control sobre la ciudad de Mosul al noroeste del país, los bandos armados presentaron un ultimátum a los cristianos, obligándolos a convertirse a musulmanes o pagar un impuesto especial para seguidores de otras religiones. En caso contrario estos habitantes debían abandonar su lugar de residencia en un plazo fijo.
Al finalizar este plazo los terroristas emprendieron actos de violencia en contra de las minorías religiosas. Muchas familias se vieron obligadas a dejar sus hogares.
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Al final vamos a tener que votar todos a Putin, no olvidemos último dirigente de la temida KGB y, hoy convertido a la ortodoxia, ojalá sea verdad. Al parecer es el único dirigente que está teniendo actitudes cristianas en las leyes.
Viva Rusia. Quien iba a decir que se iban a convertir en el baluarte de la Cristiandad.
Tiene razón en mucho de lo que dice, pero también Rusia tiene un grave problema demográfico. Además, al parecer el país está dirigido por unas mafias. Eso no quiere decir que EEUU no está dirigido por lo que se podría denominar «corporocracia», es decir los bancos de Wall St. y otras grandes corporaciónes.
Lo que hace falta es recuperar la verdadera alma de la Civilización Occidental y todos, Rusia y demás países cuya cultura se basa en el cristianismo se enfrenten con la amenaza de la barbarie islámica.