El Padre y el Hijo, ¿son o no son el único principio del Espíritu Santo?

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Objeciones por las que parece que el Padre y el Hijo no son el único principio del Espíritu Santo:
1. En cuanto que son uno, no parece que el Espíritu Santo proceda del Padre y del Hijo. Tampoco que sean uno en naturaleza, porque, de ser así, el Espíritu Santo procedería también de sí mismo. Tampoco que sean uno en alguna propiedad, porque, al parecer, una misma propiedad no puede tener dos supuestos. Por lo tanto, el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo en cuanto que son varios. Consecuentemente, el Padre y el Hijo no son un único principio del Espíritu Santo.
2. Cuando se dice que el Padre y el Hijo son un solo principio del Espíritu Santo, no puede indicarse con eso una unidad personal, porque, de ser así, el Padre y el Hijo serían una persona. Tampoco una unidad de propiedad, porque si debido a una sola propiedad el Padre y el Hijo son un solo principio del Espíritu Santo, por lo mismo, en caso de haber dos propiedades, parece que el Padre sería dos principios, del Hijo y del Espíritu Santo. Por lo tanto, el Padre y el Hijo no son un solo principio del Espíritu Santo.
3. El Hijo no se relaciona más con el Padre que el Espíritu Santo. Pero el Espíritu Santo y el Padre no son un solo principio con respecto a ninguna persona divina. Por lo tanto, tampoco el Padre y el Hijo.
4. Si el Padre y el Hijo son un solo principio del Espíritu Santo, o lo es el Padre, o no lo es. Pero esto no puede darse, porque si lo es el Padre, hay que deducir que el Hijo es Padre; y si no lo es el Padre, hay que deducir que el Padre no es Padre. Por lo tanto, no hay que decir que el Padre y el Hijo sean un solo principio del Espíritu Santo.
5. Más todavía. Si el Padre y el Hijo son un solo principio del Espíritu Santo, parece que, al revés, hay que decir que un solo principio del Espíritu Santo es el Padre y el Hijo. Parece que esta proposición es falsa, porque al decir principio es necesario que sustituya a la persona del Padre o a la del Hijo. En ambos casos, es falsa. Por lo tanto, también lo será la proposición el Padre y el Hijo son un solo principio del Espíritu Santo.
6. La unidad sustancial causa identidad. Así, pues, si el Padre y el Hijo son un solo principio del Espíritu Santo, hay que concluir que son el mismo principio. Pero esto es negado por muchos. Por lo tanto, no es admisible que el Padre y el Hijo sean un solo principio del Espíritu Santo.
7. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, por ser un solo principio de la criatura, se dice que son un solo creador. Pero el Padre y el Hijo no son un solo espirador, sino dos espiradores, como dicen muchos. Esto también concuerda con lo que dice Hilario en el IIDe Trin.Hay que confesar que el Espíritu Santo viene del Padre y del Hijo, sus autores. Por lo tanto, el Padre y el Hijo no son un solo principio del Espíritu Santo.
Contra esto: está lo que dice Agustín en V De Trin.El Padre y el Hijo no son dos principios del Espíritu Santo, sino un solo principio.
Respondo: El Padre y el Hijo son uno en todo, a no ser en aquello en que se distinguen por relaciones opuestas. Por eso, como en el hecho de ser principio del Espíritu Santo no hay relación opuesta, se deduce que el Padre y el Hijo son un solo principio del Espíritu Santo.Sin embargo, hay algunos que dicen que la expresión el Padre y el Hijo son un solo principio del Espíritu Santo, es impropia. Porque como la palabra principio, en singular, no indica persona, sino propiedad, dicen que tiene valor de adjetivo; y porque el adjetivo no está determinado por el adjetivo, no puede decirse correctamente que el Padre y el Hijo sean un solo principio del Espíritu Santo; a no ser que un solo, se entienda en sentido adverbial, cuyo significado, al decir son un solo principio, sería el de un solo modo. Pero por la misma razón podría decirse que el Padre es dos principios del Hijo y del Espíritu Santo, esto es, de dos modos. Por lo tanto, hay que decir: Aun cuando la palabra principio indica propiedad, sin embargo, la indica en sentido sustantivado. Ejemplo: La palabra padre o hijo en su aplicación a las criaturas. Por eso, el número se toma de la forma significada, como los demás sustantivos. Así, pues, como el Padre y el Hijo son un solo Dios por la unidad de forma significada por el nombre Dios, así también son un solo principio del Espíritu Santo por la unidad de propiedad significada con la palabra principio.
A las objeciones:
1. Considerando el poder espirativo, el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo por ser ambos uno en el poder espirativo, en cuanto que de algún modo expresa conjuntamente la naturaleza y la propiedad, como diremos más adelante (q.41 a.5). No es improcedente que una propiedad se dé en dos supuestos que tienen una sola naturaleza. En cambio, si se consideran los supuestos de la espiración, el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo en cuanto que son varios; pues procede de ellos como el amor que los une.
2. Cuando se dice el Padre y el Hijo son un solo principio del Espíritu Santo, se está designando una sola propiedad, que es la forma significada por el nombre. Sin embargo, no se deduce que por tener varias propiedades pueda decirse que el Padre sea dos principios, porque esto implicaría la pluralidad de supuestos.
3. La semejanza o desemejanza en Dios, no responde a las, propiedades, sino a la esencia. Por eso, así como el Padre no es más semejante a sí mismo que el Hijo, así tampoco el Hijo es más semejante al Padre que el Espíritu Santo.
4. La proposición: El Padre y el Hijo son un solo principio que es el Padre, y la proposiciónun solo principio que no es el Padre, no son oposiciones contradictorias. Por eso, no es necesario que una de ellas solamente sea viable. Pues cuando decimos el Padre y el Hijo son un solo principio, la palabra principio no supone determinadamente, sino más bien en confuso, las dos personas a la vez. Por eso, en aquel argumento está el sofisma denominado figura de dicción, consistente en pasar de una suposición confusa a una concreta.
5. La proposición un solo principio del Espíritu Santo es el Padre y el Hijo, también es verdadera. Porque la palabra principio no sustituye a una sola persona, sino, como dijimos (ad 4), indistintamente a las dos.
6. Puede decirse correctamente que el Padre y el Hijo son el mismo principio en cuanto que la palabra principio sustituye de forma confusa, indistinta y simultáneamente a las dos personas.
7. Algunos dicen que el Padre y el Hijo, aun cuando sean un solo principio del Espíritu Santo, sin embargo, son dos espiradores, debido a la distinción de supuestos. Así como también son dos, espirantes, porque los actos van referidos a los supuestos. Pero este argumento no es aplicable a la palabra creador. Porque el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo en cuanto que son dos personas distintas, como acabamos de decir (ad 1). En cambio, la criatura procede de las tres personas no en cuanto que sean personas distintas, sino en cuanto que son una sola esencia. Pero parece que es mucho mejor decir que el que espira tiene sentido adjetivado, y el espirador, en cambio, sustantivado. Podemos decir que el Padre y el Hijo son dos espirantes debido a la pluralidad de supuestos. Pero no dos espiradores, debido a que hay una sola espiración. Pues los nombres adjetivados tienen número en cuanto a los supuestos. En cambio, los sustantivos lo tienen en cuanto a sí mismos, atendiendo a la forma significada. Lo dicho por Hilario, que el Espíritu Santo procede del Padre y del Hijo, sus autores, hay que explicarlo diciendo que en lugar de un adjetivo puso un sustantivo.

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Comentarios
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  1. Sabemos que del polvo fuimos creado, mi punto de vista y con solo algunos versos de la biblia Jerusalen como apoyo es el siguiente:

    Genesis 1:27. Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios le creó, macho y hembra los creó.
    Eclesiastés 12:7. vuelva el polvo a la tierra, a lo que era, y el espíritu vuelva a Dios que es quien lo dio.
    Deuteronomio 6:4. Escucha, Israel: Yahveh nuestro Dios es el único Yahveh.

    Isaías 42:1. He aquí mi siervo a quien yo sostengo, mi elegido en quien se complace mi alma. He puesto mi espíritu sobre él: dictará ley a las naciones.
    Juan 1:1. En el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios.
    Juan 1:14. Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Hijo único, lleno de gracia y de verdad.

    Juan 14:9. Le dice Jesús: «¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: «Muéstranos al Padre»?
    Juan 14:10. ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las palabras que os digo, no las digo por mi cuenta; el Padre que permanece en mí es el que realiza las obras.
    Colosenses 1:15. El es Imagen de Dios invisible, Primogénito de toda la creación,
    Colosenses 2:9. Porque en él reside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmente,
    1 Tesalonisenses 5:23. Que El, el Dios de la paz, os santifique plenamente, y que todo vuestro ser, el espíritu, el alma y el cuerpo, se conserve sin mancha hasta la Venida de nuestro Señor Jesucristo.

    Ademas de Isaias 42:1 hay otros versos aproximadamente 8 en el cual Dios habla acerca de su alma, en Juan vemos que yá la palabra existia desde un principio y esta se hizo carne, nadie ha visto al Padre así como nadie puede ver mi alma, en Colosenses 2:9 vemos que en él «Jesús» reside o habíta todo lo que es Dios y en Tesalonisenses 5:23 podemos entender que nosotros completo somos espíritu, alma y cuerpo.
    Cuando vemos un cuerpo muerto en una funeraria no decimos este es fulano de tal sino que decimos hay esta el cuerpo de quien en vida se llamaba fulano de tal.
    Jesús dijo que él hacía la voluntad de su Padre, así mismo nuestro cuerpo hace la voluntad de nuestra alma, nuestro cuerpo se mueve porque nuestro espíritu le hace mover sea para hablar, caminar comer etc. etc. en nuestro cuerpo al igual que nuestro espíritu no hay voluntad propia, nuestra voluntad existe en lo que somos, alma viviente, vasta leer la parabola del hombre rico y Lazaro en Lucas 16:19-31 para notar que el cuerpo del rico dejado en el cementerio nada podía hacer, pero su alma en el Hades solicitaba a Abrahan por ayuda..
    En Isaias 42:1 puedo ver el alma en Dios como el Padre, el cuerpo en el que se no manifestó Dios entre nosotros a travéz de su palabra encarnada que vino a ser HIJO quien dijo verme a mi es ver al Padre ya que él es la imagen visible del Dios invisible, de manera que cuando regrese no hay otra alternativa que decirle «mi Señor porque lo es, mi Padre porque el que no se ve habíta en el que sí se ve, y mi Dios porque todao lo que es divino esta en Jesús..
    Nosotros como seres humanos no somos tres pues a semejanza de Dios que es UNO, también somos UNO. Bendiciones a todos … AMEN, AMEN Y AMEN.

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