(Belén H. Corresponsal de Infovaticana en Tierra Santa) Para muchos de los que vivimos en Jerusalén, el coro del Magnificat es fundamentalmente la banda sonora de nuestra Semana Santa. Ellos han sido los elegidos para ponerle música al encuentro ecuménico que tendrá lugar la tarde del próximo domingo en el Santo Sepulcro. Lo harán acompañados del coro de la iglesia greco-ortodoxa. Aunque su participación en la ceremonia litúrgica supondrá no poder asistir a la Misa que el Papa celebrará en Belen el mismo domingo por la mañana, miembros del coro afirman que es todo un honor cantar para el Santo Padre. El Instituto del Magníficat fue fundado por la Custodia Franciscana de Tierra Santa en 1995. Situado en el corazón de la Ciudad Antigua de Jerusalén, cuenta actualmente con más de 200 alumnos y es uno de los centros de referencia en materia musical en la ciudad, donde además se promueven valores de convivencia entre personas de diferentes religiones, unidas en su amor por la música. Tanto músicos como coro, ellos son los encargados de las poner música a todas las ceremonias litúrgicas católicas que tienen lugar en los Santos Lugares. El Magnificat ya tiene experiencia en eventos ecuménicos. El padre Armando Pierucci, ofm, organista oficial de la Custodia y compositor, ideó hace año y medio una sinfonía eucarística basada en las tradiciones musicales de las diferentes iglesias presentes en Jerusalén, incluyendo también en su inicio una melodía procedente de la tradición coral judía, en la cual tiene parte de sus raíces la música litúrgica cristiana. La obra se representó en concierto en la Basílica de la Agonía en el Huerto de los Olivos, con la participación de representantes de las iglesias en cuya música se había basado el proyecto, que incluyó armenos, sirios, protestantes, ortodoxos y católicos de todas las denominaciones.
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