Pablo VI será beatificado el 19 de octubre en Roma

Lo que ya habíamos anunciado hace unos días lo ha confirmado la Santa Sede en un comunicado, Pablo VI será beatificado.

Hoy el Boletín de información de la Santa Sede informaba de que el Papa Francisco se reunió ayer por la tarde con el Cardenal Angelo Amato, Prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos y autorizó entre otros «el milagro atribuido a la intercesión del Venerable Siervo de Dios Pablo VI (Giovanni Battista Montini), el Sumo Pontífice; Nacido el 26 septiembre de 1897 en Concesio (Italia) y muerto el 6 de agosto de 1978 en Castel Gandolfo (Italia)».

Por tanto, en la misma audiencia, el Santo Padre autorizó a la Congregación que comunicara que el rito de beatificación de Pablo VI se llevará a cabo en el Vaticano el 19 de octubre 2014.

A finales de 2013, los médicos de la Congregación para las causas de los santos declararon inexplicable la curación de un niño no nacido. Su madre se había encomendado a Pablo VI por su magisterio en defensa de la vida.

El milagro que Marrazzo, el postulador de la causa, decidió presentar al Consejo fue en relación con la curación de un niño no nacido, que se produjo a principios de los años noventa en California.

Durante el embarazo, los médicos le habían detectado un problema grave en el feto y debido a ello le habían sugerido abortar al niño como el único remedio posible para la joven madre.

La mujer tenía claro que quería llevar su embarazo a término mediante la intercesión del Papa Pablo VI, el Papa que en 1968 escribió la encíclica “Humanae vitae”.

El bebé nació sin ningún problema: se espera que llegó a la adolescencia por la ausencia de consecuencias y la curación perfecta. Es, dijo Marrazzo hace un año y medio a Radio Vaticano, “un acontecimiento verdaderamente extraordinario y sobrenatural, que se llevó a cabo a través de la intercesión del Papa Pablo VI.”

Una cura, continuó el postulador de la causa, “en consonancia con el Magisterio” del Papa, que escribió la “Humanae vitae”, un milagro conectado a la “defensa de la vida, expresada en la encíclica, y también a la defensa de la familia, ya que el documento habla del amor conyugal, no sólo de la vida por nacer. Esta curación está en lógica con la línea de Montini “.