Héctor Aguer, recordó que «se puede recibir la sagrada Comunión de pie o de rodillas, en la boca o en la mano”. Y sugirió, además “que para facilitar el gesto de quienes deseen comulgar de rodillas se ubique un reclinatorio en el lugar donde se distribuye la Eucaristía”. En un comunicado publicado en la propia página web del Arzobispado, el prelado sostuvo que “han llegado a esta sede numerosas consultas de fieles a quienes, según sus declaraciones, se les ha impedido recibir la Sagrada Comunión de rodillas”. Y en sus considerandos destacó que “en diversos documentos de la Santa Sede se insiste en la necesaria libertad de los fieles respecto de la postura y la forma de recibir el Cuerpo del Señor, actitudes que siempre deben expresar la fe del cristiano, su respeto al Sacramento y su devoción eucarística. Y que la Instrucción ‘Redemptionis Sacramentum’, del 25 de Marzo de 2004, expresa que es lícito recibir la Sagrada Comunión arrodillado o de pie, en la boca o en la mano”. Añadió en el documento que “la finalidad de estas disposiciones es, en el respeto de la libertad de los fieles, fomentar el amor a Cristo, presente en el Santísimo Sacramento, y el fruto de su recepción en todos los que se acercan a la mesa eucarística”. Por ello, concluyó, “encomiendo a los presbíteros de la Arquidiócesis la explicación a los fieles de nuestras parroquias y capillas de las disposiciones de este documento, en una oportuna catequesis y el correcto cumplimiento de las mismas”.
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Ya es un muy buen paso. Además, me gusta que diga que ha sido porque han recibido solicitudes de los laicos en este sentido. «Es lícito recibir la Sagrada Comunión arrodillado o de pie, en la boca o en la mano”. Siendo así, es mucho más recomendable la primera opción.
La comunión en la mano ¿esta permitida o tolerada? porque la diferencia es importante.
¿Para qué me voy a molestar en comentar si me habéis quitado los dos respetuopsos comentarios que incluí ayer, que no ofendían a nadie, sólo que expresaban otro punto de vista no coincidente con el vuestro. Por cierto que san Pablo en Los Hechos 17-25 explica a los de Atenas cómo quiere Dios nuestro Padre que nos dirijamos a Él. ¡Ah! Y haced con esto lo que queráis, HERMANOS.
Ya he pedido perdón por mi comentario anterior porque ha sido una metedura de pata por no mirar adecuadamente los titulares.-Gracias
Fred
Creo que la Comunión en la mano está «tolerada» desgraciadamente.
En los años posteriores al Concilio Vaticano II, y continuamos aún con sorpresas, en la Iglesia se dió carta blanca, no extrictamente hablando, pero sí en la práctica ya que tanto las Iglesias como los sacerdotes fueron por libre y nadie los puso en su sitio. Y así estamos…
Hay que tener la cabeza bien cuadrada, para no ver lo que dice el sentido común, ya lo decía Santa Teresa, no voy a pecar para que no me engañe el diablo, analicen bien porque nos esta engañando a todos, y más hacernos creer que estamos sirviendo a Dios, cuando servimos a su enemigo, y nuestro.