| 17 abril, 2014
Encomendándonos a la protección de la Santísima Virgen María, se inicia hoy, Jueves Santo (día de la Institución Eucarística, del Amor Fraterno y del Sacerdocio) esta campaña que tiene por objeto recuperar el respeto debido a Jesús Sacramentado. Acceda a la campaña en el blog «Adelante la Fe»
Ayuda a Infovaticana a seguir informando
¿No tuvieron el debido respeto los apóstoles cuando comulgaron sentados de la mano de Jesucristo en el Cenáculo? ¿O es que no comulgaron?
¿Y en qué parte de la Biblia pone que los Apóstoles comulgaron sentados?De sentarse en el suelo a ponerse de rodillas hay poco trechoSi los apóstoles comulgaron sentados y en la mano, entonces son los sucesores de los apóstoles, es decir, los obispos, los que tienen que comulgar sentados y en la mano en todo caso. Como los feligreses no somos los sucesores de los apóstoles, pues si la Iglesia manda que sea de rodillas y en la boca, pues que así sea.
Cuando se hacía así y con las mujeres con velo antes del Concilio, no estaba la gente charlando en la misa ni cruzando por medio ni enseñando muslamen ni interrumpían con los móviles.
Se quitaron los signos, y como consecuencia se perdió el respeto.
Los signos no había que quitarlos, había que explicarlos.
Tal vez se dé el caso que algunos comulgantes tengan que llevar colgado un certificado médico en el que conste que tiene prótesis o sabe Dios qué para no tener que arrodillarse a fin de que los inmisericordes se queden tranquilos. ¡Virgen, Virgen!
Quiero expresar que noto una como «guerrilla clerical» que intenta imponer su modo de ver las formas de recibir a Nuestro Señor Sacramentado. Se ve palpablemente en las retransmisiones televisadas desde la basílica de San Pedro. Se ven casos de sacerdotes que poco menos que imponen la sagrada Forma en la boca de los fieles, no a los Eminentísimos Purpurados, sin opción de elección de palparlo por la mano del fiel creyente. Y repito:veo como una guerrilla de ínfimas beatitudes exageradas. Nuestro Señor es un Gran Señor que está muy lejos de esas puerilidades. ¿Por qué no permitir que cada uno comulgue como la Santa Madre Iglesia permite?
Pido perdón a vosotros, hermanos, por haber escrito hoy que habíais retirado mis dos comentarios de ayer. Y además tengo que ir al oculista.-Gracias