Hoy se celebra el juicio contra Germinans

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Sistachlogo El abogado del Arzobispado de Barcelona, diácono permanente, continúa adelante con la petición de prisión para el matrimonio que pagó con su tarjeta de crédito el dominio donde se aloja el portal de información sobre la Iglesia en Cataluña “Germinans Germinabit”.

El 10 de mayo del 2007 vio la luz la web Germinans germinabit. La llevan varios laicos de la diócesis de Barcelona y es una de las referencias fundamentales para conocer el estado de la Iglesia Católica en Barcelona y Cataluña.

La verdadera identidad de sus miembros, escriben todos con pesudónimo, ha sido un quebradero de cabeza para el Arzobispo de Barcelona, que ha removido cielo y tierra para silenciarles.

Germinans estuvo un tiempo alojada en Religión en Libertad, hasta que como reconoció Alex Rosal, se pactó su salida amistosa ante “la insistencia de un alto eclesiástico en pedir, por activa y por pasiva, la supresión“. Hoy, Germinans está alojado en un dominio propio.

El entorno de laicos maduros que rodea el arzobispado ha lanzado varias iniciativas para desactivar el fenómeno Germinans, como blogs adhoc contra ellos (aquí y  aquí)  o una campaña de desprestigio en los medios afines al régimen catalán. La campaña llegó incluso a intentar que Francisco Marhuenda, director del diario La Razón y siempre presto a las órdenes del poder, despidiera a Pablo Ginés por “sospechoso de germinancia“.

Hoy tiene lugar un juicio en Barcelona por el que un diácono permanente cuyo abogado, también diácono, lo es a su vez del arzobispado, pide para los supuestos responsable del portal 4 años de prisión. Es un juicio que no debería celebrarse y por tanto tiene una oportunidad fantástica  el Cardenal Martínez para terminar su mandato en la archidiócesis de Barcelona con un gesto que ciertamente le honraría: Instar a su gente a retirar la querella contra Germinans.

Libertad digital explicaba el pasado lunes las causas del proceso penal contra Germinans:

En octubre de 2010, el canónigo Josep Anton Arenas Sampera, a la sazón director espiritual del Seminario Conciliar de Barcelona, presentó una querella criminal por injurias y asociación ilícita, nada menos. La querella venía firmada por Ramón Batlle Tomás, sacerdote ejerciente en Mataró, número dos de la delegación de economía del Arzobispado y miembro del Tribunal Eclesiástico.

Ante semejante despliegue, el titular del juzgado de Instrucción número 22 de Barcelona, Juan Emilio Vilá Mayo, llegó a citar como testigo al arzobispo y cardenal Lluís Martínez Sistach. Para evitarlo, se modificó la querella y se retiró del asunto el director del Seminario. Sin embargo, se imputó al informático que registró la página, a su esposa (titular de la visa con el que se pagó el registro) y al titular de la página, que había utilizado un nombre supuesto al efecto de registrarla. El fallo consistió en que el nombre elegido al azar se correspondía con el de un diácono, que dijo sufrir un perjuicio moral, por lo que el juzgado le ofreció continuar el procedimiento por suplantación de personalidad y usurpación del estado civil, a lo que este accedió.

El auto de imputación es una de las piezas más singulares que ha producido la retórica judicial en los últimos años con párrafos de esta índole: “La querella (por delito contra el honor, y falsedad, finalmente limitado el proceso a este último) traslada a la justicia civil, del Estado español, un problema de la religión católica, un problema de religión, un problema del homo sapiens. Decir que es un problema del hombre, como tal, significa que la cuestión religiosa no es una cuestión que solo interesa al que practica una u otra religión, sino que interesa al homo sapiens. El homo sapiens es capaz de pensar, el universo y él en el universo; busca el sentido de esta cosa extraña que es la existencia (Jean d’Ormesson). Lo piensa (hay quien no ejerce), vinculando lo visible y lo invisible a través de lo simbólico”. Y así hasta ocho páginas de auto en las que el instructor concluía que Germinans es un “grupo ortodoxo, exclusivo y excluyente, bien organizado en su red de información” que “difunde sus valoraciones sobre personas y comportamientos desde el anonimato, descalificando sistemáticamente a otros sectores que estiman heterodoxos”.

Visto el celo persecutorio se comprende que muchas de las colaboraciones con ese medio se amparen en el anonimato. Y pese a que Martínez Sistach se había retirado preventivamente del asunto, el juez, en otra insólita actuación, dispuso que se notificara el auto al “Cardenal-Arzobispo de Barcelona”.

Al corriente por tanto de los hechos, Sistach abortó cualquier posibilidad de acuerdo extrajudicial, pese a la intensa labor de algunos mediadores, cuyo principal argumento era el papelón de la jerarquía en esta persecución ideológica, doctrinal y judicial, prendida con alfileres de un caso de homonimia. Para salvaguardar a los imputados (a los que el fiscal demanda cuatro años), los responsables y autores de la página se ofrecieron a desmantelarla y no reemprender su actividad bajo otro nombre o marca, pero la posición del cardenal ha sido inflexible: ni reconciliación ni perdón. Quiere los nombres de todos los sacerdotes que escriben o proporcionan información a esa web, que combina las notas confesionales con las noticias de los excesos dialécticos de personajes tan reconocidos por la iglesia catalana como el abad de Montserrat, ariete del nacionalismo al que tuvo que desmentir recientemente el nuncio en España tras decir que el Vaticano reconocería un hipotético estado catalán.

 

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Comentarios
0 comentarios en “Hoy se celebra el juicio contra Germinans
  1. 4 años de cárcel, es increíble. Hace poco el Evangelio recordaba si vas al templo y tienes algo contra tu hermano, ve a reconciliarte con él, antes de ir a dejar tu ofrenda. Parece que Mtínez Sistach se olvida de esto. Como condenen a ese informático (que pasaba por allí y no puso registrado a nombre de juan garcía garcía, que seguro que hay algún capellán que se llama así)…

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