El Papa Francisco predicó su habitual catequesis en la Audiencia de los miércoles, después de 15 días, ya que el anterior miércoles estuvo de ejercicios espirituales con miembros de la Curia. En la Plaza de San Pedro esperaban miles de fieles, que no quedaron defraudados, ya que Francisco dedicó un tiempo considerable a saludar a muchos de ellos desde el papamóvil. La catequesis versó, como no podía ser de otra forma hoy, sobre San José, patrono de la Iglesia universal. El Papa habló de la vida de San José, siendo un «refugiado» al principio cuando tuvo que huir a Egipto. Después el Papa insistió sobre la importancia de la educación que José dio a Jesús, exaltando la figura de José como educador.
Resumen de su catequesis en español:
Queridos hermanos y hermanas:
En esta catequesis deseo hablar de san José como educador de Jesús. Efectivamente, nos dice la Escritura que José acompaña el crecimiento de Jesús «en sabiduría, estatura y gracia». Estas tres dimensiones guiarán nuestra reflexión. En primer lugar, José y María se preocupan de que a Jesús no le falte lo necesario para un sano desarrollo físico y psicológico. Lo defienden en los duros días de la huida a Egipto, amenazados por Herodes. Le enseñan también un trabajo, siendo después conocido como el hijo del carpintero.
En segundo lugar, José y María se preocupan de su crecimiento en sabiduría, el santo temor de Dios, enseñándole a escuchar las Sagradas Escrituras, llevándolo a la Sinagoga los sábados. Así, a los 12 años, lo encontramos en el templo discutiendo con los doctores. Finalmente, el crecimiento en gracia, que siendo obra de Dios, tiene en José y María unos grandes colaboradores, pues ellos fueron para Jesús ejemplo de docilidad a su voluntad, a la acción del Espíritu Santo y de una vida de oración y unión con Dios.
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos provenientes de España, México, Ecuador, Argentina y otros países latinoamericanos. Invito a todos a pedir al Señor, por intercesión de san José, por los padres, los educadores y los sacerdotes, para que, a ejemplo del Santo Patriarca, puedan acompañar el crecimiento de sus hijos y discípulos en sabiduría, estatura y gracia. Muchas gracias. (Radio Vaticana)
En mitad de la Audiencia felicitó a los padres presentes en la plaza de San Pedro, llegando a pedirles que levantaran la mano y les deseo un buen día del padre. Recordó a los padres difuntos, tras lo cual pidió a todos una oración por ellos. Animó a todos a rezar, pensando cada uno en su padre, estuviera vivo o muerto entonando el Padrenuestro, oración a la que se sumaron los miles de fieles.
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