El Cardenal falleció ayer de un aneurisma de aorta después de encontrarse mal mientras visitaba el Santuario de Fátima.. El cardenal José da Cruz Policarpo, patriarca emérito de Lisboa, Portugal, nació el 26 de febrero de 1936 en Alvorninha, Portugal. Fue ordenado sacerdote el 15 de agosto de 1961 por el Patriarcado de Lisboa y tiene un doctorado en teología por la Pontificia Universidad Gregoriana, Roma. Fue director del seminario de Penafirme, rector del seminario de Olivais y decano de la Facultad de Teología de la Universidad Católica Portuguesa. Más tarde sirvió dos períodos como rector de la misma universidad (1988-96). Es autor de varios libros y artículos académicos. El 26 de mayo de 1978 fue nombrado Obispo titular de Caliabria y Auxiliar de Lisboa, recibiendo la ordenación episcopal el 29 de junio. El 5 de marzo de 1997 fue nombrado Arzobispo Coadjutor de Lisboa y consiguió el cardenal António Ribeiro como Patriarca el 24 de marzo de 1998. Es también Gran Canciller de la Universidad Católica Portuguesa. Fue elegido Presidente de la Conferencia Episcopal Portuguesa en abril de 1999 y se desempeñó hasta junio de 2005. El 3 de mayo 2011 fue reelegido Presidente de la Conferencia Episcopal Portuguesa. Es creado y proclamado Cardenal por Juan Pablo II en el consistorio del 21 de febrero de 2001, con el título de San Antonio en Campo Marzio. En el año 2012, en una rueda de prensa del Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal portuguesa aprovechó para arremeter contra la masonería «No es compatible ser católico y masón», porque la francmasonería «rechaza los fundamentos de la fe, la aceptación de la Palabra de Dios y de la revelación sobrenatural». El purpurado portugués pasó de los orígenes a la actualidad, para concluir que «hoy en día, la masonería forma parte de la sociedad». «Se sabe desde hace mucho tiempo que tiene influencia en lo político. Me extraña que haya gente que se sorprenda de eso», dijo el Cardenal. Cuando Benedicto XVI renunció a su cargo en febrero de 2013, el cardenal Policarpo consideró la renuncia un acto de «gran generosidad» que rompe el «tabú» de que el pontífice es inamovible en su cargo. Resaltó que la «lúcida» decisión del papa abría un precedente para sus sucesores y humanizaba el pontificado al mostrar que «si alguien no se siente capaz de ejercer su ministerio, debe abdicar». Cuando el Papa Francisco fue elegido en marzo de 2013, pidió al cardenal portugués que consagrase su Pontificado a la Virgen de Fátima. El 18 de mayo de 2013 fue aceptada su renuncia por el Papa Francisco, al gobierno pastoral del Patriarcado por motivos de edad siendo su sustituto Manuel Clemente. En la Curia es miembro de la Congregación para la Educación Católica y del Pontificio Consejo para los Laicos.
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Que el Señor lo tenga en su Gloria.