Desagravio por las blasfemias del locutor de Cope

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Bendito sea Dios. Bendito sea su santo nombre, Bendito sea Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre. Bendito sea el nombre de Jesús. Bendito sea su Sacratísimo Corazón. Bendita sea su Preciosísima Sangre. Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar. Bendito sea el Espíritu Santo Paráclito Bendita sea la excelsa Madre de Dios, María Santísima. Bendita sea su santa e Inmaculada Concepción. Bendito sea el nombre de María Virgen y Madre. Bendita seaq su gloriosa Asunción. Bendito sea San José, su castísimo esposo. Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos. La foto, en la que se ve al Arzobispo de Malinas-Bruselas besando una imagen de la Virgen, ha sido elegida para encabezar este acto de desagravio por lo ejemplar de su reacción ante la ofensa. La historia es la siguiente: En abril de 2013 cuatro feministas radicales semidesnudas atacaron al arzobispo, durante una conferencia sobre “La blasfemia, delito o libertad de expresión”, en la Universidad Libre de Bruselas. La agresión fue realizada por el grupo de mujeres lesbianas que pertenecen a Femen, que se autodefine como “sextremista”. Las mujeres, con el pecho descubierto, utilizaron recipientes con la forma de la Virgen María, para mojar al Arzobispo, mientras hacían aspavientos y gritaban violentamente. En el pecho desnudo, las cuatro mujeres llevaban inscripciones como “mi cuerpo, mis reglas”“Dios salve a las lesbianas”, y portaban un cartel en el que se leía “Alto a la homofobia”. Leonard resistió el ataque de las feministas radicales con paciencia y oración, durante los minutos que les tomó a las autoridades de seguridad intervenir. Al concluir la agresión, y reconociendo a la Virgen en uno de los recipientes utilizados para echarle agua, entonces tirado en el suelo, Leonard lo levantó y lo besó. Las imágenes dieron la vuelta al mundo.

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Comentarios
0 comentarios en “Desagravio por las blasfemias del locutor de Cope
  1. Oh María, Madre mía Inmaculada! deseando desagraviarte de las ofensas que recibe tu Purísimo Corazón, especialmente de las blasfemias que se dirigen contra ti, te ofrezco estas alabanzas con el fin de consolarte por tantos hijos ingratos que no te aman, y consolar el Corazón de tu Divino Hijo a Quien tanto ofenden las injurias dirigidas contra ti:
    ¡Alabanza a Tí, Purísima y Santísima Madre de Jesús!

    ¡Gloria a María, siempre Inmaculada!

    ¡Gloria a María, siempre Virgen!

    ¡Gloria a María, bendita entre todas las mujeres!

    ¡Gloria a María, Madre de Nuestro Señor Jesucristo!

    ¡Gloría a María, Reina del Paraíso!

    ¡Te honramos y te amamos, Virgen María, Madre de Dios!

    ¡Te honramos y te amamos, Virgen María, llena de Gracia!

    ¡Te honramos y te amamos, Virgen María, ahora y para siempre!

    ¡Bendita sea la Santa e Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María!

    Madre mía, te amo por los que no te aman; te alabo por los que te blasfeman; me entrego a ti por los que no quieren reconocerte por Madre!».

  2. Yo me sumo con dos oraciones de desagravio específicas: una a Jesús Sacramentado, directamente mancillado por la primera imagen, y otra al Inmaculado Corazón de María, impreso en la segunda imagen repugnante. Os animo a rezarlas junto con la oración tradicional de desagravio.

    «Señor Jesús, me arrodillo ante ti, reconociendo tu presencia real en el Santísimo Sacramento. Te agradezco inmensamente tu permanencia conmigo y la fe que has dado. Con profundo dolor siento que tanto hombres, redimidos por ti, te olviden y te ofenden; que en tantos sagrarios estés solitario y en tantos hogares no seas invitado. Nosotros, arrepentidos de nuestros pecados queremos en la medida de nuestras fuerzas hacerte compañía por cuantos te abandonan y comprometen contigo nuestra vida, como ofenda de desagravio a tu Corazón pleno de amor hacia nosotros».

    «¡Oh Madre santa dulcísima, que en el heroísmo de tu amor maternal, al pie de la cruz, rogaste por aquellos crueles que martirizaban tan atrozmente a tu amado Hijo Jesús y desgarraban tu Corazón ternísimo! Ten piedad de todos los desventurados e indignos que te ofenden (en especial ALBERTO GARCÍA y FERNANDO GIMÉNEZ BARRIOCANAL); haz que ellos también puedan ser acogidos en tu seno maternal, purificados por tus lágrimas benditas, y admitidos a gozar los frutos estupendos de tu maternal misericordia. Amén»

    Y animo también a rezar por los Obispos españoles, para que reflexionen sobre el daño que está haciendo el grupo COPE muchas almas y a mucha gente buena que intenta evangelizar.

  3. Yo me sumo con la oración más antigua conocida a la Santísima Virgen:

    «Sub tuum praesidium confugimos, Sancta Dei Genetrix, nostras deprecationes ne despicias in neccesitatibus sed, a periculis cunctis liberanos semper, Virgo gloriosa et benedicta.»

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