“¡Melinda, aquí amamos a los bebés!¡Gasta tus fondos en lo que de verdad necesitamos!”

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  El pasado 24 de Septiembre nos hicimos eco de la carta que Obianuju Ekeocha envió a Melinda Gates.  Puede leer la carta aquí.

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  1. Desde el punto de vista científico la vida humana comienza en el momento de la fecundación; es decir, que los bebés no les trae la cigüeña ni vienen de París.
    Desde el punto de vista humano ningún nacido tiene derecho a decidir sobre la muerte de un no nacido.
    Desde el punto de vista de un creyente “NO MATARÁS”:
    El salmista eleva su canto de acción de gracias y de gloria a Dios Creador y Padre:
    “Porque tú formaste mis entrañas, me has tejido en el vientre de mi madre.
    Mi alma conocías cabalmente, y mis huesos no se te ocultaban, cuando era yo formado en lo secreto, tejido en las profundidades de la tierra.
    Mi embrión tus ojos lo veían; en tu libro están inscritos todos los días que han sido señalados, sin que aún exista uno solo de ellos”: Salmo 139: 13 al 17.
    “Desde el útero fui entregado a ti, desde el vientre de mi madre eres tú mi Dios”: Sal 22: 11.
    Y Dios dice al profeta Jeremías:
    “Antes de que te formara en el vientre materno te conocí, y antes que tu nacieses te consagré”: 1: 5.
    El primer derecho del ser humano es el derecho a nacer y en faltándole ese derecho le sobran todos los demás.

  2. ¿De qué le vale al ser humano nacer si luego no tiene o le quitan todos sus derechos? ¿Y de qué le vale al ser humano que le reconozcan y tenga todos sus derechos si no le dejan nacer?
    Recuerdan a esa madre pobre y escuálida que está dando el pellejo de uno de sus secos pechos a una criatura que es puro esqueleto, una criatura de grandes ojos llenos de moscas que ni pestañea porque ya nada merece la pena… ¿qué tiene? Pues tiene quizá unos minutos, unas horas, unos días o unos pocos años más de vida, tiene eso, su único derecho, el derecho a nacer el derecho a la vida.
    Recuerdan a esa criatura que dentro o fuera del seno materno es envenenada, o aspirada para triturarla , o cortada después a trozos… ¿qué tiene? Pues no tiene nada.
    ¿Se han dado cuenta de que matar a un ser humano en el vientre materno o matarlo después de hambre no son acciones ni responsabilidades del condenado a muerte sino que son acciones y responsabilidades nuestras, de mi y de usted?
    Por todo ello, es rechazable sin más toda declaración, constitución, tratado, ley o como quieran llamarlo que no recoja, proteja y garantice claramente el primero y principal de los derechos de todo ser humano que es su derecho a nacer, y porque faltándole ese derecho le sobran todos los demás.

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