La archidiócesis lo niega pero colaboradores de monseñor Mollaghan reconocen que están siendo sometidos a una «visita pastoral fraterna» ordenada por la Santa Sede. Se habla de «descontrol en el manejo de los fondos.»
El Vaticano dispuso la «intervención» de la arquidiócesis de Rosario por aparentes irregularidades en el manejo de fondos, supuestos padecimientos psiquiátricos del arzobispo y denuncias de laicos y sacerdotes por «maltrato», según informan varios medios argentinos.
El diario Clarín afirma que la designación de Mollaghan, de 67 años, como arzobispo de Rosario en diciembre de 2005 «cosechó suspicacias, dado que su nombre no figuraba en la terna elevada a la Santa Sede por los obispos argentinos«, y provocó un enfrentamiento entre los diferentes obispos argentinos, aunque fue poco después, el propio Bergoglio, quien negó que su designación hubiera generado conflictos.
Añade Clarín que «Mollaghan y Jorge Bergoglio, hoy papa Francisco, se conocen muy bien por haber coincidido como obispos auxiliares de Buenos Aires en los años ’90 y que la relación entre ambos nunca fue la mejor.»
Según la agencia Diarios y Noticias, los colaboradores del arzobispo reconocieron que estaban sometidos a una «visita pastoral fraterna» ordenada por la Santa Sede. La agencia de noticias, citando fuentes eclesiásticas ratificó que desde hace algunas semana se instaló en la capilla Niño Dios, ubicada a escasas dos cuadras de la sede arzobispal, monseñor José María Arancibia, quien en su carácter de interventor mantenía reuniones de supervisión con diversos sectores de la organización arquidiocesana.
La Capital informa de que Mollaghan admitió que recibió la visita de monseñor Arancibia, pero aclaró que había sido pautada hace unos días «visitó la Diócesis para conocer la conducción. Ayer lo estuvimos acompañando y mantuvo algunas reuniones. Fue a conocer el seminario, se reunión con los supervisores y con algunos sacerdotes. Arancibia se fue de la ciudad ayer con absoluta normalidad y sin formular cuestionamientos».
«Mi actuación es pública, y nos llama la atención que se difunda esta información falsa. No tuvimos cuestionamiento ni en el tema económico, nada de eso. Tampoco existe el problema de salud. Nunca estuve en cama, ustedes me han visto participando en las negociaciones en el tema de la policía», remarcó el obispo.
«Siempre se puede decir algo en contra de alguien para hacerle daño. Atribuyo esto a la malicia. No hay otro razón. Estamos reunidos con mi secretario y otros colaboradores, estamos guiando la Diócesis. Los distintos consejos se están reuniendo con normalidad. Nuestra actividad es normal, estamos con el trabajo propio de fin de año. Nos llama la atención esta noticia»·.
Mollaghan sostuvo que al enterarse de los rumores sobre una intervención directa del Vaticano a la Arquidiócesis, se comunicó con la nunciatura Apostólica: «En la Nunciatura me dijeron que no había nada de eso. Estaban sorprendidos por lo que consideraron una actitud provocativa. Yo sigo extrañado y asombrado por esta falsa información«, agregó el obispo.
Recién elegido Bergoglio como Papa, Mollaghan se refirió a él como «»Es un hombre de profunda fe, es un religioso, es un hombre muy simple en su accionar diario, en sus gestos, se allana al lenguaje diario sin formalismos»
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