El llamado C8, los ocho cardenales que ayudan al Papa en la reforma de la Curia y en el gobierno de la Iglesia, se reúne a partir de hoy, 3 de diciembre, y hasta el jueves, con sesiones de trabajo por la mañana y por la tarde.
Es el segundo encuentro formal del “consejo” del Papa, coordinado por el hondureño Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga y compuesto por Giuseppe Bertello, Francisco Javier Errázuriz Ossa, Oswald Gracias, Reinhard Marx, Laurent Monsengwo Pasinya, Sean Patrick O’Malley y George Pell. La función del secretario la cubre el obispo de Albano, Marcello Semeraro.
En esta segunda sesión serán examinados el trabajo y las competencias de las congregaciones vaticanas -no de los Pontificios consejos. Un tema que apenas se tocó en octubre, debido al tiempo dedicado al Sínodo y al estudio sobre la posible reforma de la Secretaría de Estado. El trabajo de estos tres días -se prevé que el Papa esté presente en todo momento, exceptuando el miércoles por la mañana, día de la Audiencia general- estará relacionado con el examen de las propuestas sobre los principales “ministerios” de la Santa Sede.
Durante estos años ha habido transferencias de competencias y ajustes, basta recordar el paso de las competencias sobre los seminarios de la Congregación para la Educación Católica a la Congregación para el Clero, decidida tras una larga reflexión por Benedicto XVI. Otras medidas de este tipo serían posibles, por ejemplo, se tratará el tema de las competencias judiciales atribuidas a la Congregación para la Doctrina de la Fe y la posibilidad de pasarlas a los tribunales de la Santa Sede.
Todavía no han sido analizadas con detalle las posibles fusiones de los Pontificios Consejos, de los cuales, por lo demás, ya han hablado algunos de los miembros del “C8” en diferentes entrevistas. Los ocho cardenales se volverán a reunir en una tercera ocasión el 17 y el 18 de febrero, antes del Consistorio para la creación de nuevos purpurados que Francisco celebrará el 22 del mismo mes (fiesta de la Cátedra de San Pedro). Esto significa que para esas fechas se enviarán a los cardenales de todo el mundo algunas líneas guía para la reforma de la Curia romana.
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