En el angelus dominical, el Papa lamentó las consecuencias que la guerra en Siria tiene para la población civil y condenó con fuerza el uso de armas químicas. “He decidido convocar a toda la Iglesia, el 7 de septiembre próximo, vigilia de la fiesta de la Natividad de la Virgen María, Reina de la paz, para una jornada de ayuno y de oración por la paz en Siria, en Medio Oriente, y en el mundo entero, y también invito a unirse a esta iniciativa, del modo que entiendan más oportuno, a los hermanos cristianos no católicos, a los que pertenecen a otras religiones y a los hombres de buena voluntad”. “¡Con particular firmeza condeno el uso de las armas químicas! Os aseguro que tengo todavía fijas en la mente y en el corazón las terribles imágenes de los días pasados. ¡Hay un juicio de Dios y también un juicio de la Historia sobre nuestras acciones de las cuales no podemos huir! Nunca es el uso de la violencia la que nos lleva a la paz. La guerra llama a la guerra, la violencia llama a la violencia”. El 7 de septiembre, por la tarde en la plaza de San Pedro entre las 7 y las 12 de la noche habrá una vigilia de oración en la que participará el Papa Francisco.
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