«Santidad, quiero ser sacerdote»

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Fue probablemente una de las imágenes más emotivas de la vista del Papa Francisco a Brasil. Nathan, un niño de 9 años de edad, superó los controles de seguridad y pudo abrazar al pontífice que visita su país con motivo de la JMJ.   Las cámaras captaron el momento preciso en el cual el menor subió al Papamóvil y abrazó con emoción al Papa Francisco, quien no fue capaz de contener las lágrimas.   Todo ocurrió mientras Francisco se dirigía al Palacio Arzobispal de Rio. El niño vestía una camiseta con el lema «Gente do Bem, Deus faz, Deus junta» (Gente de Bien, Dios hace, Dios junta), de una iniciativa de la cadena de radio y televisión católica Cancao Nova. Las imágenes fueron captadas vía aérea en vídeo y por un fotógrafo que estuvo muy cerca e hizo varias instantáneas del emotivo encuentro. Después de que el Papa Francisco le diera la bendición, uno de los guardias de seguridad logró separarlo del vehículo y el niño con los ojos lleno de lágrimas se llevó las manos al rostro para seguir llorando, mientras era acompañado por el guardia que trataba de consolarlo hasta llegar donde estaba un familiar entre la multitud.   Investigando sobre el niño en cuestión, nos ha llegado una conmovedora historia. Nathan -se llama el niño -vive en Cabo Frío, un balneario playero a un par de horas de Rio de Janeiro. Se le escapó a su padre, Aguinor Brito, y entonces saltó la valla de seguridad y le pidió a un guardaespaldas que le acercara al Papa.

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Al llegar a los brazos del Papa, le saltó al cuello abrazándole con fuerza, el Papa argentino le abrazó a su vez con cariño «Santidad, quiero ser sacerdote» le dijo Nathan, «Rezaré por ti, pero pido que también reces por mí. A partir de hoy, tu vocación se ha concretado» le contestó el Papa.   El Papa se despidió haciéndole la señal de la cruz en la frente, le puso las manos sobre la cabeza y lo besó. El pequeño volvió al suelo desorientado y echándose las manos sobre el rostro sin creerse aún lo que acababa de pasar

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Volvió tambaleándose a los brazos de su padre «Estoy temblando ¡Es una emoción! Pido las oraciones de la gente para volverme sacerdote» dijo el pequeño. Nathan lleva con la idea del sacerdocio dos años, seguro que este episodio ha sido determinante para afianzar esa vocación.   Es una bonita historia, de las muchas que ha dejado la visita del Papa Francisco a Brasil. Demos gracias a Dios.

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