En esta entrevista concedida al Vatican Insider, Claudio Maria Celli, Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, habla sobre el Papa Francisco y sobre el papel del laicado en la comunicación de la fe Monseñor Celli, parece haber cambiado el mundo con el paso de Benedicto XVI a Francisco. ¿Qué es lo que está pasando? La Iglesia es consciente del cambio en marcha a nivel global y sabe que debe hablar con hombres y mujeres que viven en un nuevo contexto comunicativo y existencial. Las redes sociales son un ambiente de vida, y la Iglesia ha entendido que también allí se debe anunciar la Palabra de Jesús. Además del contenido, hay que prestar mucha atención al lenguaje. ¿Cuál es la novedad de Papa Francisco? El enfoque inmediato y directo de su dialogar. Papa Francisco logra combinar frases simples con la riqueza del contenido de la fe: sabe establecer una sintonía profunda. Estos son tres elementos que hay que tener en consideración.El primero es la capacidad del Papa de trazar, en sus homilías, el perfil esencial del discípulo del Señor. Sorprende mucho cómo usa las imágenes. ¿Por qué? Es el segundo aspecto. El Papa las usa porque permiten que el hombre capte inmediatamente los contenidos profundos de la fe y del mensaje evangélico: las lágrimas del sufrimiento como lupas que permiten que el hombre se vea al lado del Señor; o el olor de las ovejas que deben tener los sacerdotes, como el buen pastor. ¿Cuál es el tercer elemento? Su gestualidad, que expresa su disposición acogedora y que sabe compartir. Cuando se acerca a los enfermos o a los niños hace que se perciba la ternura de Dios. A propósito, parecería haber dos interpretaciones aparentemente opuestas: por una parte los que se sienten arrollados por los mensajes director y por la gestualidad de Francisco; por otra los que esperan con temor alguna de sus declaraciones (siempre que quiera hacerlas) sobre temas éticos. ¿Qué opina? Yo creo que son interpretaciones que se pueden integrar. Y descubriremos que Papa Francisco también tocará temas más sensibles y alrededor de los que hay una cierta expectativa, y con un lenguaje nuevo. Ciertas problemáticas doctrinales no podrán vivir grandes cambios, hay un enseñanza de la Iglesia y el Papa es su portador. Sin embargo, a menudo los que están lejos de la fe perciben las dificultades de una Iglesia que pronuncia juicios éticos que, a veces, son casi no poarticipativos: Francisco nos ayudará a entender que la Iglesia no puede decir determindas cosas, pero cuando lo haga, tratará de usar un lenguaje cercano. El papel de los laicos en la comunicación de la fe. ¿Cómo ofrecer testimonios de Dios en una sociedad que parece haber rechazado el discurso religioso? Tal vez el hombre de hoy no acoge determinadas expresiones de una cierta religiosidad. Pero no podemos ignorar cuánta nostalgia de Dios alberga en la sociedad moderna. Hay momentos en los que el hombre experimenta cómo es difícil creer, pero también cómo es difícil no creer. La “ternura de Dios” nos indica justamente que Dios es el primero que nos ama, como decía Dietrich Bonhoeffer. Los laicos deben volver a descubrir el sentido de Dios para ser testimonios en sus profesiones, en sus familias, con los amigos. Hoy, el mensaje cristiano se expresa también a través de las redes sociales. ¿Qué respondería a los que critican la decisión de usarlas, tanto del Papa como de la Iglesia en general? Debemos ser sabios: dar valor a lo bueno que hay en nuestra experiencia pastoral, pero al mismo tiempo tener la audacia necesaria, como decía Pablo VI en la “Evangelii nuntiandi”, para usar todo lo que está a nuestra disposición para que el anuncio resuene más ampliamente. Incluso en el “ambiente de vida” de las redes sociales. Las “plazas” digitales están llenas de gente, mientras las Iglesias a menudo están vacías… Hay hombres y mujeres que tal vez nunca entran a una Iglesia. Pero tienen el derecho de escuhar el anuncio del Evangelio. La atención pastoral de la Iglesia debe lograr que incluso estas personas puedan encontrar en el “ciberespacio” el Mensaje de Jesús. Sin embargo, en el contexto de las redes sociales, no debemos solo anunciar formalmente enl Evangelio: debemos testimoniar la sinergía que existe entre el Evangelio y la Vida. PabloVI decía: «el mundo de hoy está dispuesto a creer más en los testimonios que en los maestros; y, si escucha a un maestro, lo hace porque este maestro también es un testimonio”. Los jóvenes necesitan este testimonio.
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