«No más de un hijo, porque no podremos ir de vacaciones»

|

casa-santa-marta El papa Francisco ha criticado duramente «las riquezas y el egoísmo, que anestesian nuestra alma» durante la Misa celebrada hoy en Santa Marta, junto al Cardenal Barbarin. El “bienestar” «nos anestesia, nos hace flojos y egoístas». Lo “provisorio” nos asusta ante las cosas definitivas. El bienestar y lo provisorio, afirmó el Papa, son cosas que pueden alejarnos de Dios, son «riquezas» que, como sucede con el joven rico del Evangelio, impiden seguir plenamente a Jesús. Las riquezas no son solo las riquezas materiales: el Papa Francisco invitó a reflexionar y a tratar de entender cuál es la riqueza que aleja a cada uno de Jesús. No se puede ser un poco sacerdotes, un poco esposos ni un poco misioneros, observó el Papa. El Pontífice llevó a cabo esta reflexión durante la homilía en la Misa matutina de Santa Marta, en la que participaron los colaboradores del Pontificio Consejo de los agentes sanitarios, guiados por mons. Zygmunt Zimowsk, y de los Servicios económicos del Gobernatorado. La Radio Vaticana difundió algunos pasajes de la homilía. «Las riquezas –constató el Papa Bergoglio– son un obstáculo» que no facilita «el camino hacia el Reino de Dios». «Cada uno de nosotros tiene sus riquezas», siempre hay una riqueza que nos «impide acercarnos a Jesús». Todos, prosiguió, «debemos llevar a cabo un examen de conciencia sobre cuáles son nuestras riquezas, porque nos impiden acercarnos a Jesús en el camino de la vida». El Papa después hizo referencia a dos «riquezas culturales»: sobre todo la «cultura del bienestar, que nos vuelve poco valientes, nos vuelve flojos y nos vuelve también egoístas». El bienestar «nos anestesia, es una anestesia». «“No, no más de un hijo, porque no podemos ir de vacaciones… no podemos ir acá… no podemos comprar la casa… Está muy bien seguir al Señor, pero hasta cierto punto”. El bienestar nos desnuda de esa valentía fuerte para acercarnos a Jesús». francisco Otro obstáculo, indicó el Papa Francisco, es la «fascinación de lo provisorio», «estamos enamorados de lo provisorio» y las «propuestas definitivas» que nos hace Jesús «no nos gustan», «porque tenemos miedo del tiempo de Dios» que es definitivo. «Una vez escuché que uno quería convertirse en sacerdote, pero solo por diez años y nada más… Cuántas parejas se casan y piensan, sin decirlo: “hasta que dure el amor y luego vemos…”. La fascinación de lo provisorio: esta es una riqueza. Debemos volver a ser dueños del tiempo, empequeñecemos el tiempo en el momento. Estas dos riquezas son las que en este momento nos impiden seguir adelante. Yo pienso en muchos muchos hombres y mujeres que han dejado la propia tierra para ir como misioneros para toda la vida: eso es lo definitivo». Pero también, dijo recordar a todos esos hombres y mujeres que «han dejado la propia casa para comprometerse en un matrimonio durante toda la vida»: eso es «¡seguir a Cristo de cerca! Él es definitivo!».

Ayuda a Infovaticana a seguir informando

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 caracteres disponibles