| 06 diciembre, 2016
- ¿Piensa que -al menos hasta Amoris Laetitia– el magisterio de la Iglesia se había expresado de modo claro y terminante sobre la imposibilidad de acceder a los sacramentos de quienes viven de modo no coaccionado en una unión afectiva fuera del matrimonio, con intimidad sexual habitual, especialmente cuando subsiste el vínculo de un matrimonio anterior?
- ¿Reconoce que la formulación literal de Amoris Laetitia es ambigua? Si es así, ¿no está claro que es deliberadamente ambigua?
- ¿Piensa que hay en los Cuatro Cardenales y en otros obispos que comparten sus preguntas, buena voluntad, deseo de servir a la Iglesia –la fe de los pobres, la salvación de las almas- y de ayudar al santo Padre en su misión de confirmar en la fe a sus hermanos?
- ¿Piensa que las declaraciones de algunos obispos -y la práctica en muchas iglesias sobre el acceso a la Comunión- van más allá de lo que es admisible por Amoris Laetitia, por no mencionar el magisterio anterior? (Me refiero a los casos en que se dice de un modo u otro que la conciencia es norma última para el acceso a los sacramentos, o que la Iglesia debería aceptar o bendecir uniones no matrimoniales, incluso homosexuales, más allá de acoger a esas personas con sus miserias).
- ¿No piensa que si personas de buena voluntad, probada inteligencia y rigurosa formación teológica encuentran que Amoris Laetitia admite interpretaciones problemáticas, tienen derecho/deber de solicitar que se aclaren estas dudas fundadas por parte del único que puede hacerlo?
- Cuando el Papa llama a un debate más amplio y profundo, ¿por qué razón quienes defienden una interpretación de Amoris Laetitia compatible con el magisterio anterior deben ser acallados, y quienes la usan para negar aspectos importantes del magisterio, deben ser escuchados?
- ¿Admite la posibilidad de que haya habido errores prácticos en el modo de formular las enseñanzas de Amoris Laetitia y/o de comunicarlas y aplicarlas, que han causado malestar y desconcierto que podrían/deberían haberse evitado? ¿No hay nada que corregir?
Fernando de la Calle
¿Hubiese tenido sentido una encíclica como la Rerum Novarum un siglo antes de la primera revolución industrial? ¿Se ha producido alguna ambigüedad en su interpretación o práctica desde que fue publicada hasta el día de hoy? Considero que Amoris Laetitia viene a responder a la confusión generada por la revolución de los sesenta, aplacada por Humanae Vitae, respecto al matrimonio como la Centessimus annus vino a hacerlo, cien años después de la RN, con la nueva situación económica tras la caída del comunismo. Y sí, hay una relación íntima entre una cosa y la otra, familia y empresa, porque el matrimonio es anterior al sacramento. El hombre es creado para multiplicarse y para trabajar. Lo de parir con dolor y trabajar con esfuerzo vino después.
Está por ver si se AL se traducirá finalmente en una encíclica pero lo que está claro es que no era necesaria su publicación para cuestionarse todas las preguntas que usted hace. O quizá…sí. AL no fue escrita para responder sino para suscitar y, de paso, retratar. Hoy más que nunca vivimos en una sociedad alterada por todo tipo de medios electrónicos y desvinculada de relaciones humanas. El silencio y el modo de llevar las cosas por el Santo Padre es de absoluta prudencia porque lo que está en juego es la conciencia humana que constituye la vía de acceso al ser del hombre.
Ustedes, los de la derecha, siempre han querido respuestas rápidas y contundentes a los problemas morales pero las cosas hay que dejarlas reposar para cosecharlas en su justo punto de maduración. Tengan un poco de paciencia. Cuando a la gente se la deja pensar en un marco de libertad acaba acertando en sus decisiones. Nadie actúa, por la cuenta que le trae, contra una conciencia cierta. Si nos centrásemos en los 300 puntos y pico restantes de AL es posible que desaparecieran los dos o tres en discordia.