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Finanzas santas: cambios en asuntos contingentes

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Los cambios introducidos en las finanzas de los procesos de canonización entran dentro del típico caso de asuntos contingentes, que deben adaptarse cada cierto tiempo a las variadas circunstancias de la vida de la Iglesia. Eso mismo significa que no necesariamente eran injustas las normas precedentes, para esas circunstancias, ni que las actuales vayan a ser siempre las mejores en el futuro. En todo caso, cabe observar que van en contra del proceso de descentralización del ejercicio de la autoridad de la Santa Sede, propuesto por el Papa Francisco (EG 16 y 31). Ahora la Autoridad Suprema tendrá el control último de las finanzas de instituciones distintas (fundaciones constituidas específicamente para financiar las causas) y dispondrá de sus bienes cuando terminen esas causas. Es el equivalente a que en un Estado moderno el gobierno o el poder judicial obligara a constituir fundaciones específicas para financiar algunos procesos; pidiera cuentas a las partes de cómo administran sus fondos; y dispusiera de los remanentes para ayudar a los pobres. ¿Importa algo? Sí: puede ser una ayuda. Habrá más transparencia administrativa, la Santa Sede tendrá mayor control financiero de otras instituciones, y los que quieran promover estas causas de canonización deberán ser más ordenados con sus cuentas (y administrar hasta el detalle esas fundaciones ad hoc). ¿Aumenta la descentralización? No, nada. Durante los últimos años, ha aumentado la centralización de la Santa Sede en varios terrenos. Ahora se añade este. Son asuntos contingentes, opinables, cambiantes, nada del otro mundo.

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