La vetocracia española

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Lo

Ricardo Blázquez: «La sociedad está pendiente de que se entiendan nuestros políticos.»

Lo ha dicho en la JMJ polaca.

En la vetocracia española, única en Europa, se vetan los políticos por tener más años, por lucir barba, por hablar poco, por no limpiar su partido…

Los vetadores están limpios de polvo y paja, son nuevos en la plaza taurina, por ser bisagra, sin la cual la puerta se cae, se sienten imprescindibles por eso vetan, entre otros motivos…

Uno de los vetadores ya fracasó en la primavera en intentar llegar al poder, tiene un resentimiento apoyado en un odio aldeano y típicamente hispano…

Por esto y mucho más el deseo expresado por el presidente de la Conferencia Episcopal es un deseo, solamente un deseo, él lo sabe, pero tiene que soltar ese voluntarismo buenista para agradar al graderío, en vez de soltar un par de tacos gruesos, e invitar a los tres políticos a una casa de asuntos espirituales y decirles:

-Aquí os dejo a pan y agua, y no saldréis mientras no dejéis esta vetocracia tan impresentable. Ya está bien de ser el hazmerreir mundial.

Tomás de la Torre Lendínez

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