He conocido muy tarde, apenas hace unos meses, al sacerdote del Opus Dei Aberasturi. Y cuando digo conocido me refiero a lecturas. Jamás me lo he encontrado aunque espero que algún día podré darle un abrazo agradecido.
Ente los muchos meritorísimos sacerdotes que enseñan la verdad de Dios a sus fieles de internet, creo que muy pocos igualarán, superarle me parece imposible, a este sacerdote, ya mayor, que se sabe la doctrina cum laude y la expone con una claridad y valentía que verdaderamente asombran. Los hay muy buenos, incluso buenísimos, pero, como mucho, le alcanzan. No sé de ninguno que le supere.
Todos sus escritos son excelentes. Hoy os traigo el último que me parece de antología. Dice verdades como puños y las entiende hasta un border line. Llamando al pan, pan y al vino, vino. Sin cuidarse de lo políticamente correcto. Ni de si levantará ronchas en altas instancias. No sé si fue así siempre porque desconozco su historia. Lo que sí sé es que hoy sólo parece preocuparle Dios, su Iglesia y el bien de las almas que es llevarlas al cielo. Lo demás aparentemente se le da un ardite. Bien merece, en verdad, el título de confesor. De confesor de la fe.
Con admiración renovada y repetida os dejo su último artículo:
http://infocatolica.com/blog/nonmeavoluntas.php
He dudado si poner este comentario en esta entrada, o en la dedicada al jesuita Antonio Spadaro. La verdad es que podría estar en cualquiera de las dos, pues trata de otro jesuita relacionado con Spadaro, que a su vez hace justo lo contrario de lo que señala esta entrada: enseñar cosas contrarias a la fe y la moral de la Iglesia. Se trata del jesuita Thomas P. Rausch, que ha publicado un artículo el pasado lunes 18 de julio en «La Civiltà Cattolica», revista oficial jesuita dirigida por Antonio Spadaro, cuyos contenidos, supuestamente, aprueba previamente el Papa.
Christopher A. Ferrara, fundador y presidente de la «Asociación de Abogados Católicos Americanos», ha escrito a su vez otro artículo refutando las tesis modernistas del de Rausch. Creo que merece la pena echarle un ojo. Aquí dejo un enlace a dicho artículo, traducido por mí al español:
La Companía de Jesús al servicio de la heterodoxia: desmontando los ardides de la revista oficial jesuita «La Civiltà Cattolica» dirigida por Antonio Spadaro
Es un buen sacerdote del Opus Dei. Le tengo un cariño especial. En nuestra vicaría es un gozo encontrar muchos sacerdotes así, aunque se preveen cambios a partir del próximo curso.
«No es novedad»
^^
También yo le sigo en Facebook. Además de claro-clarisimo y valiente, tiene mucho sentido del humor.
yo tambien le sigo y es excelente,cuantos sacerdotes asi necesitamos y algun obispo no vendria mal
Como dice el bloger, hay curas que salen del cuadro, la mayoría están en el cuadro, en diversas posiciones, haciendo su labor lo mejor que pueden y luego hay unos pocos que se salen del cuadro por abajo, pero que son los que salen en todas partes y son de los que se habla y así es como parece que los curas son un desastre.
Afortunadamente la mayoría son buenos y algunos, como en este caso excepcionales.
El P. Aberasturi habla tan claro, que poco más se podría añadir. Dice verdades como puños. Y a ver quién le contradice, cuando la realidad «canta» por sí sola. Quien tal hiciere, actuaría como los fariseos que pedían al Señor que reprendiese a sus discípulos, a lo que Él les respondió diciendo que si ellos callasen, las piedras gritarían (Lc 19:40).
Vaya, la exaltación de un grupo que tiene una estela dudosa contra todo lo noble y digno del ser humano, tiene narices. Habrá que repasar la parte en la que los fariseos de mueren de envidia y deciden matar al Señor.
Gracias a que el Blogger tuvo la gentileza de compartir un artículo de D. José Luis Aberasturi hace varios meses, sigo a este excelente sacerdote desde Facebook, donde comparte unas muy edificantes reflexiones.
Lo de este sacerdote es más admirable aún teniendo en cuenta que su vinculación con el Opus Dei, donde no está bien visto criticar -y menos, públicamente- a la jerarquía de la Iglesia, aunque nos lleve al desastre.
Qué bendición un pastor fiel y claro…
Y mucha mayor bendición si es tu confesor..
Señor danos muchos santos sacerdotes y fieles confesores!!!
Que akegria saber que existen todavía cuanto me haría feliz encontrarme alguno, mientras tanto continuo a caminare en el arido desierto.