| 11 enero, 2017
http://www.religionenlibertad.com/silencio-pienso-verla-54226.htm
http://www.forumlibertas.com/silencio-una-pelicula-no-bien/
https://www.thecatholicthing.org/2016/12/26/christus-apostata-scorseses-silence/
http://www.lanuovabq.it/it/articoli-silence-o-della-giustificazione-dell-apostasia-18609.htm
Y la carta que me dirige un amigo:
Caro Paco Pepe,
sigo sendo leitor atento do seu blog.
Em relação ao filme de Scorsese, tenho (uma ténue) esperança de que possa contribuir para tornar mais conhecidos outros autores japoneses católicos para além de Shusaku Endo, o autor de „Silêncio».
Um dos mais interessantes chama-se Otohiko Kaga, médico psiquiatra, nascido em 1929 e convertido ao catolicismo aos 58 anos de idade. Escreveu um romance histórico chamado „A cruz e a espada“, infelizmente ainda só traduzido para alemão e francês. É menos conhecido do que Shusaku Endo, talvez porque a sua obra não conduza o leitor a glorificar a dúvida, mas a louvar Deus e a fé.
Talvez possa dar a conhecer aos muitos leitores do seu blog este autor de que lhe falo, Otohiko Kaga.
E, entretanto, rezemos pela nossa querida Mãe Igreja e pelo nosso Santo Padre, que o Senhor lhe dê discernimento.
Um abraço
Muchas gracias por el enlace.
Magníficas reflexiones de Monseñor Barron.
Monseñor Robert Barron, obispo Auxiliar de Los Ángeles, y el obispo con más presencia en los multimedios desde su productora Word on Fire (verdadera versión católica de una productura de Hollywood) hace una crítica muy sutil.
Monseñor Barron es doctor en teología egresado con honores del Instituto Catholic de París, profesor invitado en la Universidad de Notre Dame y en la Universidad Pontificia de Santo Tomás de Aquino de Roma, rector del Seminario de la Universidad de St. Mary of the Lake, es actualmente el presidente de la Comisión de Evangelización y Catecismo de la Conferencia de los Obispos Católicos de los Estados Unidos) ……………Y UN CATÓLICO TRADICIONAL, que ENSEÑA CON FIDELIDAD….
Barron inicia elogiando a Scorsese para pegar con toda la fuerza de sus grande conocimientos en teología a nuestra sociedad, que pide como consumidor, un modelo de cristiano como el que vende este lamentable film.
Personalmente he disfrutado de leer su crítica publicada en español en Aci Prensa
https://www.aciprensa.com/noticias/es-silence-una-pelicula-catolica-obispo-responde-con-critica-de-cine-51705/
Bergoglio, los Macabeos y «Silencio» de Scorsese
http://religionlavozlibre.blogspot.com.es/2017/01/bergoglio-los-macabeos-y-silencio-de.html
aro: lo que conviene recordar es que la terrible y cruentísima persecución de católicos japoneses a principios del XVII, una de las más sanguinarias y bárbaras de la Historia, la provocaron deliberadamente los protestantes ingleses y holandeses para monopolizar el comercio con el Shogunato Tokugawa, cosa que efectivamente lograron por un tiempo. Hoy por ejemplo a William Adams se le tiene por héroe nacional inglés (el primer samurai occidental y bla bla bla), cuando en realidad estamos ante uno de los peores villanos de la Historia, por la cantidad de torturas, delaciones, apostasías, martirios y asesinatos de laicos y sacerdotes católicos que instigó (¡se cuentan por decenas de miles!).
Sin «reforma» protestante, y por tanto sin intoxicaciones anticatólicas por parte de los comerciantes ingleses y holandeses, la Historia del Japón habría sido bien distinta (la gente no lo sabe, pero en solo 30 años desde la llegada de san Francisco Javier hubo alrededor de 200.000 bautizos sobre una población total de 20 millones, actividad misionera que se cortó de raíz a partir de 1614).
Una película al gusto de los Jesuitas de hoy, que salvo contadas excepciones son básicamente, ateos, agnósticos, o panteístas. Frente a esa realidad, la apostasía es ya un paso que tienen superado.
Pero les viene bien un film como este para eliminar todo remordimiento cuando se enfrentan a los textos de San Ignacio y los primeros padres de la compañía. Porque si damos Crédito a los que escribió Pascal en el Siglo XVII en sus célebres «cartas provinciales» ya la segunda generación de «padres de la compañia de Jesús» tenía todas las mañas de los Jesuitas de ahora. Osea no eran discípulos de Cristo.
San Ignacio Loyola, San Francisco Javier, mártires jesuítas, venerable padre Loring, rueguen por nosotros!!!
Muy sugestiva teniendo un papa jesuita….!!!!????
San Maximiliano Kolbe dijo en el siglo XX «Ni la CIENCIA ni la RAZON destuiran la Iglesia Catolica pero la anulación de la MORAL la disminuira» . Confirmaba La Gran APOSTASIA, previa a la llegada del Anticristo (2ªTesa 2-4).
Aunque queda el pequeño resto de los ELEGIDOS, que ESPERAN la segunda Venida de JESUS con cuerpo resucitado, lo dijo a sus apostoles, y en el Padre Nuestro. ! Alegremonos su retorno esta en la puerta !
Antonio Torrent, abuelo Catolico
Por cierto, conviene recordar que ya en 1597, casi 50 años antes de la apostasía a que se refiere la película, fueron martirizados crucificados en Nagasaki, 26 católicos (San Francisco Blanco de Orense, san Felipe de Jesús, mexicano, San Gonzalo García, indio) y otros 3 franciscanos, 3 jesuitas y 17 terciarios franciscanos japoneses, 3 de ellos niños).
No viene al caso, pero no tengo dónde decirlo: murió el obispo emérito (ejerció en Kenia) Colin Cameron Davies, de 92 años y nacionalidad española.Figuraba en la lista de los cien más ancianos de la Iglesia, en la que hay varios españoles y a la que se sumarán pronto tres o cuatro si siguen vivos (el cardenal Álvarez, por ejemplo).
Hace años leí la historia de la persecución ne el Japón de mitad del siglo XVII, cuando la persecución del catolicismo se llevó al paroxismo después de la derrota de los católicos, en franca minoría, en el campo de batalla. Creo recordar que la apostasía fue de dos jesuitas.
Doy por supuesto que la presentación y tesis de la película está en línea con los políticamente correcto, es decir pasar de la comprensión de la debilidad humana que ha sido una constante en el catolicismo, a la justificación e incluso el elogios de esa debilidad, con lo que la canonización de los mártires carecería de sentido, al igual que la fidelidad, e incluso el honor. Es bastante lógico en la época actual, pues la mayoría de las virtudes no es ya que se eludan o se transgredan, es que ni tan siquiera se comprenden, incluso en campos tan elementales como el respeto a la vida, el respeto al más débil, niño, enfermo o anciano, o el respeto a la propiedad individual o pública. La frase elemental de un pasado reciente: «yo no robo ni mato», ya no tiene sentido.