O sea del lefebvrismo. Les aplico este calificativo sin la menor intención peyorativa. Creo que mis lectores conocen sobradamente mi ferviente deseo de su plena incorporación a la la Iglesia. He manifestado numerosas veces mi respeto por monseñor Lefebvre e ideológicamente me siento mucho más cercano a ellos que a numerosos obispos y sacerdotes oficialmente católicos y que objetivamente me parecen herejes o abiertos discrepantes con la doctrina de la Iglesia. Creo también que exageran con la misa, el ecumenismo y la libertad religiosa. Y no puedo aprobar las ordenaciones episcopales, aunque me alegró mucho el levantamiento de las excomuniones, aunque en su situación puedan entenderse. No es lo mismo entender que aprobar.
Supongo que parte de los lectores del Blog no sabrán bien lo que es la FSSPX como sigla o en su texto completo, en cambio todos entenderán lo de lefebvristas. Repito que en la palabra no hay el menor atisbo de menosprecio. Y si a todas horas nos dicen que tenemos que ser acogedores en grado sumo de «hermanos» separadísimos supongo que con más motivo con aquellos que casi no están separados. Y con los que hay que recurrir muchas veces a sutilezas canónicas sobre lo lícito y lo válido para dar estado a lo que nos separa estando tan cerca.
En su página oficial exponen la situación estadística del lefebvrismo y es un dato sin duda interesante e importante. Echo de menos el número de fieles pero comprendo que no es fácil cuantificarlo.
http://laportelatine.org/quisommesnous/statistiques/stat.php#clercs
Los que son de facilísima contabilización aparecen en la estadística y me parecen de relevancia. Son 603 sacerdotes, sin contar religiosos de su órbita, y tienen hoy 203 seminaristas. Con lo que el aumento de su clero está asegurado sobradamente. Hay otros datos de interés que el lector que quiera podrá encontrar en el enlace. Faltan los abandonos que se están produciendo con motivo de lo que cabe interpretar como un acercamiento a Roma. Pero también hay que tener en cuenta que lo que se va, desconozco en que cuantía, es lo más hirsuto del lefebvrismo, muy próximo a la sede vacante o plenamente incurso en ello. Personalmente me parece un depuración sumamente positiva.
Uno va a seguir en su línea. No acudo a sus celebraciones, salvo casos puntuales en los que no tengo el menor problema de conciencia. Si es válida mi comunión en una Iglesia ortodoxa no uniata, cuya situación actual sigue siendo de cisma sin atenuantes, aunque haya muchísimo en común, y concretamente el Cuerpo y la Sangre de Cristo, pues ya me dirán con los lefebvristas con los que habría que recurrir casi a sutilezas de escuela para establecer si se trata de un cuasicisma, una desobediencia, hay millones en la Iglesia oficial, o sabe Dios qué. No habiendo además hoy, gracias a Dios y a Benedicto XVI, excomuniones por medio. Que siempre me parecieron objetivamente fundadas, la Iglesia reacciona así ante las consagraciones de obispos sin mandato apostólico, y subjetivamente vayan ustedes a saber. ¿Quién soy yo para juzgar las conciencias…?
Vamos a llevar dos ejemplos al límite. Si alguien creyera, totalmente convencido, que matar a un hijo suyo de cinco años es lo que Dios quiere y le pide, matándole, no peca. Aunque haya que encerrarlo todo la vida en un manicomio. Y si pensara que tomarse un helado de fresa ofendía gravísimamente a Dios, pecaría al tomarlo. Sin que objetivamente haya en ello la menor ofensa a Dios.
Nada que ver con el lefebvrismo pero, exagerando hasta el extremo, se pueden entender mejor situaciones que distan muchísimo de esos casos. Dios nos ha dado la conciencia como la última regla moral de nuestros actos. Podemos volver a discusiones de escuela. La conciencia puede ser errónea y hasta culpablemente. Pero eso es ya otra cuestión. Tenemos un caso que es de libro y está en todos los libros. El bautismo de deseo de aquel que con conciencia errónea cree que una religión falsa es la verdadera y la sigue, pensando que con su vida de cumplimiento agrada a Dios. Aunque sea un Dios falso. E incluso sin Dios. Siguiendo fielmente la moral natural en la que fue educado por sus padres y se la inculca a sus hijos. No mata, no roba, es fiel a su esposa o a su marido, ama y cuida a sus hijos, ayuda al prójimo necesitado, no miente ni se aprovecha de otros…
A mi no me cabe la menor duda de que monseñor Lefebvre ordenó obispos convencido de que servía a Dios como Él le pedía. También estoy convencido de que la excomunión era obligada y lo que procedía canónicamente. Pero una vez más traigo aquellos hermosos versos de Pemán: ¿Quién sabe de las cosas que Dios mide en sus altas balanzas de cristal? Sólo Él. Los demás tenemos que quedarnos con nuestras suposiciones analógicas que coincidirán o no con las de Él. Y que Dios nos libre a todos de creer que nuestra pobre inteligencia es como la suya.
Ahí tenéis los datos de la situación actual de la FSSPX. Creo que es bueno que los conozcáis. Me parecen importantes. Y yo pienso que eclesiales. Luego que cada uno opine lo que quiera. Y vuelvo a repetirme: Si disparáis, que ojala sea sin odio.
Sr. Catholicus no se moleste en contradecir por contradecir. Lo que le ha dicho el Sr. Canali no es falso y el CIC confirma lo que se le dice: católicos y ortodoxos PUEDEN recibir los sacramentos, aunque no habitualmente, sino en condiciones extraordinarias. Porque sus sacramentos no son inválidos, sino administrados ilícitamente. Es decir, como de los lefevbrianos.
Donde dice: «y el 844.2 dice que a SÓLO les es permitido», debe decir: «y el 844.2 dice que a éstos [a los fieles católicos] SÓLO les es permitido».
El Código de Derecho Canónico vigente establece, en su Canon 844.1, que los sacerdotes católicos SÓLO pueden administrar los sacramentos a los fieles católicos; y el 844.2 dice que a SÓLO les es permitido recibir la penitencia, Eucaristía y unción de los enfermos de los ortodoxos en caso de extrema necesidad, como el peligro de muerte. Eso es algo bastante diferente de que católicos y ortodoxos puedan recibir la penitencia y la Eucaristía sin restricciones, simplemente por asistir a templos de la otra confesión.
«contradecir y enmendar», quería decir.
¿Y en qué documento oficial está escrito, tan «importante» como para contradecir enmendar todo el Magisterio anterior? ¿Y por qué luego se revirtió dicho «acuerdo»? Porque a día de hoy sigue prohibido, como siempre lo ha estado. De hecho, en cualquier iglesia ortodoxa se niegan a dar la comunión a los católicos -no me lo han contado: lo he visto yo con mis propios ojos muchas veces-.
Al acabar el Concilio Vaticano II el Patriarca Pimen de Moscú y Don Pablo convinieron que los católicos podián recibir los sacramentos de la penitencia y la eucaristía en templos ortodoxos y viceversa.
La mayoría de esos 600 sacerdotes son jóvenes y la inmensa mayoría de los 250 seminaristas serán curas. Todo lo contrario ocurre con los relativistas interreligiosos bergoglianos. La mayoría de la quinta de 1936. Más claro, el agua.
¿Válida una comunión en una Iglesia ortodoxa no uniata? ¿Desde cuándo? La communicatio in sacris está condenadísima por la Iglesia.
Cuántas veces más hay que repetir que la FSSPX no está en cisma alguno. Esto ha sido confirmado varias veces incluso por la Iglesia Conciliar.
Además, no existe una «plena comunión» y «comunión parcial» con la Iglesia Católica – eso es una invención posconciliar (en nombre del ecumenismo, para decir que los herejes protestantes y los cismáticos ortodoxos también están en algún tipo de comunión con la Iglesia – que es falso). Durante toda la historia de la Iglesia (hasta el VII) tan sólo se podría estar o no estar en comunión con la Iglesia. Esa absurdidad de plena y parcial comunión no la van a encontrar en ningún manual teológico ni en escrito (pre-conciliar) alguno.
“La mayoría de las personas se condenan”
Aunque no nos guste, esa fue precisamente la opinión de todos los santos y Doctores, desde los primeros siglos de la Iglesia. San Leonardo de Puerto Mauricio habla de esto (citando a muchos de los santos que compartían esa opinión) en su famoso sermón Del Pequeño Número de los que se Salvan. Se puede escuchar aquí: https://www.youtube.com/watch?v=elCX2vFeC7E
el católico bien formado en la sana doctrina sabe que es pecado y que no es pecado.
Man With No Name pregunte a los fieles de Brasil donde unos cuanto jóvenes se han ido con los pentecostales aburridos de que todo es pecado.
Lapsus: nos dice
Albert: La conciencia a nivel personal es un dictamen práctico sobre la moralidad de un acto concreto. Está informada por la sindéresis, que es el hábito de los principios prácticos. Lo propio es la conciencia recta, iluminada por los principios de la moralidad: el objeto, el fin y las circunstancias.
Pero Santo Tomás de Aquino en la Cuestón 17, art. 4 de las Quaestiones disputatae de veritate, no dice que en ciertos casos se da la conciencia errónea, que obliga respecto a actos intrínsecamente malos, pues dada la rectitud, que en principio se supone a cada persona, se da en ese caso una adhesión sin más, a la conciencia recta y accidentalmente a la errónea. Y todo ello en el supuesto de que en dicha persona haya una ignorancia invencible, sin posibilidad de vencerse.
Sr. la Cigoña, le rogaría que no fuera tan faltón. Reitero que si lo que usted afirma fuera cierto, el terrorista islamico no pecaría por creer que sus asesinatos son un servicio a Ala. Ha oído hablar de los actos intrínsecamente malos? Y de la conciencia pervertida? Viene en todos los libros, aunque si no lee o no se entera de lo que lee es su problema, bloguero faltón
Itinerante, por cierto, ¿de dónde concluye que la FSSPX tiene más seminaristas que todas las diócesis de España?
“algunos fieles de hispanoamerica de la fsspx se han ido con los pentecostales aburrido del miedo que les metían con infierno“; una ridiculez del tamaño de un rascacielos que no resiste ni el mas mínimo análisis.
Albert: No se ha enterado de la misa la media. Al asesino del niño le he mandado a un manicomio porque no creo que haya juez que le considere imputable por perturbado mental. Los pecados los cometen las personas, cada una los suyos, y no usted los de los demás. Claro que el ejemplo sería un pecado gravísimo en un católico en uso de sus facultades mentales. Pero ese no tiene ninguna. Y para pecar es necesario conciencia de pecado. Está en todos los libros. Aunque si usted no lee el problema es suyo. Nadie peca si no cree que peca. Aunque muchísimos en España deberían creer que lo que hacen es pecado. Otra cosa es que merezca la pena de muerte, si existe, o el simple internamiento en un manicomio. Por loco irrecuperable. Al menos de momento.
Luego habría que comparar la media de edad de los sacerdotes de la FSSPX con la de la mayoría de las Diócesis de España…
Los sacerdotes de la FSSPX son realmente sacerdotes. La mayor parte de esos señores con pantalón vaquero y camisa de cuadros que tienen a su cargo una parroquia o viven en un convento, no saben ni lo que son, para su desgracia y la de sus feligreses.
También suelo ir a Misa en la FSSPX, pero tengo bien en claro el estado en que se encuentra, sin aminorar la importancia de la situación.
No sé si es muy prudente decir que Monseñor Lefebvre creía que servía a Dios desobedeciendo al Santo Padre. Podría aplicarse lo mismo a Lutero y así justificaríamos cualquier cisma.
También deseo que la FSSPX esté en plena comunión con la Iglesia. Sería el primero en solicitar integrar la Tercera Orden. Pero a las cosas por su nombre; mientras esté en cisma, es cismática.
En España la diócesis de Bilbao tendría un número similar de habitantes. Un millón. Compárense las cifras de unos y de otros. De fracaso, nada. Sólo fracasa el que pierde fieles a chorro, tiene que cerrar iglesias, no hay clero para atenderlas y no es capaz de enseñar a los niños ni a hacer la señal de la cruz. Sólo fracasa el que no es capaz de llevar el conocimiento de Cristo a la gente. El que no cumple con la misión que Cristo les dio. Véanse las diócesis españolas, que pierden seminaristas -estos días se abre el curso y, si alguno que quiere, le doy cifras de los seminaristas de algunas de ellas, confesadas por las web diocesanas-, sacerdotes y fieles a mansalva. No hay más que ver la cantidad enorme de casas religiosas que cierran en España y de las que da fe esta cigüeña.
pocas veces he visto sacerdotes tan ejemplares, como los de la FSSPX….nada de negar absoluciones, todo lo contrario, horas de confesionario hasta que se vaya el ultimo penitente….asustar con el infierno? Mejor estaría en la Iglesia si todos los católicos meditáramos un poco en esa verdad de fe…y el primero que «nos asustó » con el infierno Fue nada menos que Nuestro Señor…
Cuanta ignorancia sobre la FSSPX!! Y cuanto prejuicio malicioso!!! No sé cuántos son sus fieles pero lo que sí es cierto es que cada día son más…en cambio el torrente de curas, monjas y laicos que se hacen apóstatas estando «en plena comunión» no se detiene….la fuente de protestantes no son los fieles de la fraternidad en hispanoamerica sino las sectas pentecostales carismaticas que con un barniz catolico le inculcan a las personas de buena voluntad el espíritu protestante…Gracias a por la FSSPX …obra providencial de Su Mano para preservar la Misa de Siempre…
1.000.000 ni en sueños, algunos fieles de hispanoamerica de la fsspx se han ido con los pentecostales aburrido del miedo que les metían con infierno.
Itinerante no le entiendo.
Recemos para que Francisco no cometa el error de regularizarlos. Que se queden como una petit eglise y no tengan acceso a fieles ajenos a esos fanáticos lefebvristas.
«Denegación de la absolución a muchos penitentes».
Tampoco sé de dónde saca ese energúmeno semejante dato positivo ¿de su frecuentación de las capillas de la Hermandad?
En todo caso, si hubiera defecto en denegar la absolución con excesivo rigor o frecuencia, que no lo sé, cosa similar se decía de san Pío de Pietralcina.
Y mucho más grave, verdaderamente calamitosa, es la situación de la confesión en la inmensa mayoría de las parroquias ordinarias, donde apenas se confiesa ya (aunque se comulgue mucho), o se hace con manga muy ancha (salvo que se trate de intolerables pecados contra el medio ambiente, como no separar la basura o dejar las bombillas encendidas) y por lo general con absoluciones colectivas.
¡Qué puñado de simplezas!
«La mayoría de las personas se condenan». Desconozco si es opinión compartida por todos o buena parte de los sacerdotes de la Hermandad de San Pío X pero, en cualquier caso, no hay doctrina católica definida sobre el número de quienes se salvan o condenan, sino diversidad de opiniones teológicas. A favor de que son más los réprobos que los bienaventurados, se alegan palabras de nuestro Señor Jesucristo como la puerta estrecha y «muchos son los llamados, pero poco los escogidos». Es pues opinión que puede mantenerse por católicos y, de hecho, durante siglos se profesó por muchos católicos doctos y santos. Tampoco es herética la opinión contraria, esto es, que sean más los bienaventurados que los réprobos. En cualquier caso, el santo temor de Dios (hoy tan olvidado), que no el miedo servil, es ayuda muy poderosa y principal para la salvación del común de los hombres, aunque el amor perfecto le sea superior.
-Ni 300.000 ni 4 millones. La FSSPX hoy día, según fuentes oficiales, atiende a 1 millón de fieles.
-La comparación con la Archidiócesis de Madrid es errónea, habría que comparar con los madrileños PRACTICANTES.
-Las acusaciones de extremismo se las han ganado a pulso con los fanáticos que dice Canali_; el escándalo de Williamson, (que si bien fue expulsado, era discípulo de Lefrebvre) o las ordenaciones ilegítimas «porque la Iglesia lo necesitaba».
Jd, a lo suyo… xD
Zas: la Misa ya no es problema, pues con un poco de esfuerzo se puede asistir a ella, por ejemplo en los centros que atienden otros Sacerdotes de Ecclesia Dei o algunos diocesanos birritualistas.
Sobre la Fraternidad comparto la opinión del blogger enteramente. Los seis años ente Francia y Suiza -con la excepción de los fanáticos de Avrillé- fueron para mí una experiencia muy positiva respecto a la lengua francesa, la eclesiología y el aprendizaje del usus antiquior.
Rezo cada día para que la Fraternidad acepte la mano tendida del Papa y algunos de sus miembros abandonen posiciones eclesiológicas o sacramentales que no se tienen.
Respecto a Jd, rogarle que tenga la bondad de dejarnos en paz y quedarse con su visceralidad y prejuicios.
Que se queden como están con su ultraderechismo, con su violencia, con su terror (la mayoría de las personas se condenan, denegación de la absolución a muchos penitentes. No tienen sitio en la Iglesia. Son cuatro gatos como mucho 300.000. Que sigan en su gueto y que nos dejen en paz.
No entro a hablar de los lefebvristas, porque es una cuestión completamente distinta. Pero el ejemplo que ha puesto sobre el asesinato del niño es un disparate mayúsculo. Si así fuera, tampoco los terroristas islamicos pecarían porque actúan convencidos de que sus asesinatos sirven a Alá. Es lamentable leer estos disparates en un blog católico. Le falta formación y sentido común.
Hombre Pacopepe, no ofende quien quiere si no quién puede y para «poder» debe haber «materia», objetivamente considerada. Digo esto por qué el ejemplo del «helado de fresa» no es válido pues, aunque ciertamente no sería un acto de virtud, tampoco habría «materia» para pecar
Quise decir toda Madrid. Y atienden a una población objetivo similar: unos 4 millones de lefevbristas
Jd,
¿Pobres resultados si tienen más seminaristas que en toda España?
Su odio le hace delirar
50 años para conseguir estos pobres resultados. Son cuatro y el del tambor. Como mejor están es como están ahora.
Monseñor Fellay tiene ante sí una papeleta complicada. Por una parte, Roma le ha hecho una oferta de regularización tan generosa que resulta difícil de rechazar; por otra parte, ¿cómo explicar ante los suyos que la FSSPX se va a reconciliar definitivamente con Roma bajo el pontificado más modernista que se recuerda?
Si hoy día se mantiene la Misa Tradicional en la Iglesia (institutos Ecclesia Dei, sacerdotes diocesanos que se acogen al Motu Proprio de Benedicto XVI, etc.)… es gracias a la providencial obra de Monseñor Lefebvre.
Rezo todos los días por el regreso de los lefrevbistas como por el de los ortodoxos y hasta por la auténtica conversión de los protestantes.
Quien quiera asistir a la Misa tradicional lefenbvrista puede hacerlo y si su intención es recta no comete pecado alguno.
Para asistir a una Misa tradicional no es necesario, a Dios gracias, que sea Misa de lefebvristas.
La Iglesia, que es una. santa, católica y apostólics recomienda no asistir de ordinario al común de los fieles, que es lo que yo soy, a Misas lefebvrianas.
Yo no pienso acudir mientras no vuelvan a estar en plena comunión con el Papa.
Por último, dice S. Pío de Pietrelcina:
– Prefiero estar equivocado dentro de la Iglesia que llevar razón fuera de Ella.
No más comentarios por mi parte en este post, palabra, estimado blogger.