Quizá éste que voy a intentar tratar es un tema de notable dificultad. Quizá reciba muchas críticas o, por el contrario, algunas alabanzas. En cualquier caso, mi único objetivo es el de servir de base a algunos fieles que puedan haberse sentido confundidos o en una compleja situación por no haber entendido o compartido algún mensaje ofrecido por el Papa. Por mi parte, no pretendo dogmatizar sobre ello sino tan solo dar unas orientaciones que en mi humilde opinión se pueden tener en cuenta a la hora de valorar los distintos discursos del Papa. En primer lugar, hay que partir de la base de que cuando hablamos sobre Francisco no lo estamos haciendo sobre un político cualquiera, un personaje público de los muchos de los que leemos noticias, un actor, un animador sociocultural o un futbolista del Barcelona o del Real Madrid. Cuando hablamos sobre Francisco, lo estamos haciendo acerca del Vicario de Cristo, el dulce Cristo en la tierra según esa bella expresión de Santa Catalina de Siena. Por tanto, el respeto que se le debe a todo ser humano, ha de ser extremadamente mayor cuando lo hacemos en referencia al representante de Cristo en la tierra. Ya decía San Agustín aquello de “en lo esencial, unidad; en lo opinable, libertad, y en todo, caridad” Francisco, lógicamente, es un hombre. Y como tal, se equivoca. Se equivocó Pedro, primer Papa, crucificado boca abajo por defender el nombre de Cristo hasta el final. Pero, antes, no lo podemos olvidar, lo negó tres veces ante una mujer de condición social humilde. Todos se han equivocado. Si no se hubieran equivocado, no sería necesario que acudieran al Sacramento de la Confesión. Así las cosas, creo que es importante que antes de emitir ningún juicio precipitado, vayamos a las fuentes verdaderas. No podemos pasar por alto que algunos titulares son interesados, sacados fuera de contexto o expresados de forma tan coloquial que no se le puede exigir la precisión de un documento magisterial. Por tanto, acudamos al texto completo, conozcamos el contexto en el que fueron expresadas, etc. Si aún así no compartimos lo que ha dicho, hagamos oración. Meditemos esas palabras. Tal vez Dios tenga cosas que decirnos a través del Papa, cosas que pueden resultar chocantes en principio pero que abundando en ellas son mensajes procedentes del Espíritu Santo. La Gracia de Dios sobre Él es, seguramente en función de su responsabilidad, mayor que la que tenemos nosotros. En todo, contar con un sacerdote o padre espiritual, con buena formación y amor a la Iglesia que nos ayude a “traducir” y a llevar a nuestra vida ese mensaje. Si, aún así, no lo compartimos, no perdamos la paz. No es pecado disentir de algún aspecto opinable de lo que ha dicho el Papa, no tenemos que compartir aquellas cosas que no son dogmas de Fe, que no forman parte del Credo, o similar. No es pecado tampoco que nos guste más Juan Pablo II, Benedicto XVI, Pío XI o Celestino V. Pero tampoco “disfrutemos” poniendo en entredicho todo lo que dice, criticando prácticamente todas sus intervenciones y haciendo de la lucha contra su ministerio parte de nuestra vida. Dudo mucho que en todo lo opinable esté equivocado, sinceramente. Por último, NUNCA dejar de rezar por el Papa. Estaremos bombeando sangre a la cabeza de la Iglesia si en todo momento lo tenemos presente. No se ha de rezar por el Santo Padre sólo si creo que todo lo que lo ha hecho o dicho es perfecto. Nunca dejar de quererlo. Incluso, diría más, si no nos terminamos de identificar excesivamente con su estilo o con cosas que –insisto- pueden ser opinables, redoblar nuestras oraciones. Estaremos luchando por ser santos y le estaremos ayudando a serlo. Yo, por mi parte, haré caso a aquel “recen por mí” de quien se sabe un pobre instrumento en manos de nuestro Padre Dios. Pido al Señor que estas palabras no caigan en saco roto y que les sirva si se ha encontrado en esta difícil situación en alguna ocasión.
¿Qué hacer si pensamos que el Papa se equivoca?
| 03 agosto, 2015
Felicitaciones al autor, por la objetividad, claridad y sobriedad. Que el Señor nos mantenga en comunión y en oración, y nos libre del mal y la tentación!
Menuda descepción me llevé leyendo esta entrada. Yo pense encontrar citado, por lo menos aludido, a San Roberto Belarmino, quien claramente expresa que en el caso extremo es necesario resistir al que sea, incluso si es Pontífice. Otro tanto con Tomás de Aquino. Más desconocido, San Antonino de Florencia.
En fin, por ahora el único que claramente ha puntualizado que ante el error hay que resistir, es el card. Burke. Pero claro, le bastó hablar para que lo graduaran de enemigo del Papa.
¿Atanasio, donde estás?…
Me ha gustado mucho y agradezco este artículo «Que hacer si pensamos que el Papa se equivoca».
Son una recomendaciones muy oportunas, luminosas, evangélicas y movidas por la caridad auténtica y el amor a la Iglesia nuestra Madre, de la que todos formamos parte como Cuerpo místico de Cristo, su Cabeza.
Tras la lectura reposada del artículo he cometido la torpeza de recorrer lo escrito en los 25 comentarios que registra en restos momentos. ¡¡¡…???
Es asombrosa la dureza de cerviz y el extravío de corazones que pululan por aquí sembrando cizaña a chorros para daño moral y espiritual de almas poco formadas y vacilantes.
¿De qué han servido para la mayoría de estos comentaristas las valiosas y razonables recomendaciones del artículo?
Pero no se desanime el autor o autora del artículo. Es seguro que muchas almas sanas lo leerán y seguirán con provecho sus recomendaciones.
Dios sea siempre bendito y alabado!
Saludos cordiales
El papa actual parece nombrado y elegido por el congreso mundial de la masonería y el judaísmo.
Que manera de opinar Macanas. ¡Por Dios! Dios Padre Omnipotente. Espíritu Santo. María, Madre de Dios y Madre Nuestra. Iluminen y guíen el Pontificado del Papa Francisco y aparten de su camino a estos buitres carroñeros, espíritus equivocados, cuya única ocupación es en base al odio, el rencor y la mentira. Así Sea.
Toda la reverencia y todo el respeto al sucesor de Pedro como Sumo Pontífice que es en la Religión Católica; es decir investido con los poderes de LITURGO que Jesucristo delegó en Pedro hasta que el mismo Cristo Señor y Dios nuestro vuelva, «Liturgo de los santos y del Tabernáculo verdadero que Dios fundó y no un hombre». (Heb 8,2).
¿Pero qué pensar y hacer si un sucesor de San Pedro no se considera el Sumo Pontífice de la Religión Católica y se queda en papa-obispo de Roma ¿»iglesia que preside en la caridad»? .
No supondría el hecho una actitud y decisión de mala voluntad necesariamente, pero sí un yerro fundamental que atenta y afecta al núcleo mismo de la Doctrina Católica de la Revelación de la FE . Porque afectaría al corazón mismo de la obra de Salvación que es la LITURGIA Sacramental y al Sacerdocio como Liturgo, dispensador de sacralidad o actividad santificante. Y en este sentido se quebraría el Magisterio perenne fiel a sí mismo en la custodia del Depósito de la FE quedando en consecuencia rota la Sucesión Apostólica. Más gravedad imposible.
¿Estamos en ese trance al presente? Eso parece, cabe pensar. Porque el sacerdocio se va reduciendo a pastoralismo y en consecuencia la Liturgia se queda en protocolo de celebración asamblearia que ya no es la Liturgia Sacramental católica que implica transformación o conversión de nuestras acciones de vida si sacramentables en Gracia santificante por el Espíritu Santo, Señor y dador de vida divina. Por otra parte y como consecuencia lógica, el Papa será considerado Primum inter pares por más que lo intitulen ambiguamente, con polos de potestad repartidos en la que llaman descentralización sinodal que inevitablemente conduce a la autocefalia estructural y real.
Por si fuera poco está pendiente el Sínodo-miniconcilio en el que de seguir las tesis descatolizadas y desacralizadas por ecumenismo interconfesional-interreligioso de Kasper, teosofando de rodillas ante el mundo para su complacencia aunque lo invoquen de consenso,, se va a implantar una heteropraxis que implica heterodoxia al declarar sacramentables la sodomía y el adulterio, al tiempo que el pecado original desaparece como entidad nosológica si las actitudes y opciones pecaminosas se admiten como santificables aunque le busquen recovecos eufemísticos como supuestas misericordias y penitencias sin propósito de enmienda innecesaria al darse por válidas o permisibles por ser hechos consumados irreversibles que no precisan enmienda.
Estas son las cuestiones en plena efervescencia y fundamentales del presente Pontificado y no es la aversión, antipatía, agrado o entusiasmos que despierte la persona con Potestad, ahora, antes o después. Cuestiones que han sido desatadas a partir del Vaticano II y que por lógica nuestros hombres que han accedido al Poder religioso necesariamente han de seguir como ciegos y guías de ciegos. No es Cristo el que se tiene que plegar a las querencias o criterios de acomodo clerical, sino al revés
Ante este confusionismo que llega al despropósito se comprende que Bergoglio en acto solemne y público se hiciera bautizar en Espíritu pentecostal por un pastor protestante con la presencia y actuación como concelebrante del capuchino Cantalamessa en su calidad de líder de los carismáticos neocatólicos-interconfesionales. ¿En el Sacramento del Bautismo no había recibido el Espíritu Santo el niño Bergoglio? ¿Y la fuerza de lo alto en la Liturgia del Sacramento de la Confirmación?
Todo de la máxima importancia. Sin cuyos contenidos de obras en la FE nos quedamos en el vacío pagano inmanente.
Esto ya apesta.
Ya que mencionas a S. Pedro, como hombre que se equivocó, has de mencionar que pidió perdón y rectificó. Pero Bergoglio insiste en fomentar la confusión desde el principio hasta los casi dos años y medio gobernando la Iglesia.
Sin embargo Judas no pidió perdón de su traición y se condenó. «Mas le valdría no haber nacido».
Veremos en octubre al finalizar el sínodo si por fin se quita la careta definitivamente para que los ciegos sepan con quien han de lidiar.
2 Tes 2. Catecismo 675. Apocalipsis 13 y 14.
Desde 1952 que con 10años ya sabia del papa entonces Pio XII, nunca he tenido tantas señales de desasosiego con respecto al sumo pontífice como ahora. Casi prefiero NO SABER NADA de el.
Paulo VI y el Vaticano II también me han decepcionado, paro algo mas tarde. Pero así día a dia como este NINGUNO
Excelente artículo. Muchas gracias blogger.
Sorprendido tristemente por la cantidad de comentarios faltos de amor al Papa y expresiones indignas cuando no ofensivas. ¿Esa es la fe de la Iglesia? ¿Es un comportamiento de discípulos de Cristo?
¿No podríamos elevar el nivel, el respeto y ¡la caridad!?
Un saludo cordial.
Cada día esta página me parece menos católica. ¿Dónde queda la constante referencia al papa para imponer en todas las diócesis la misa tridentina porque lo hacía Benedicto XVI? Ay, perdón, que ya es papa emérito y ahora, como no nos gusta el estilo del nuevo papa, la condición de católico pasa de la incondicionalidad al papa a una realidad crítica en la que vale la divergencia.
Cómo cambia el cuento en unos años.
Un Papa puede equivocarse en algo pero no en casi todo, que es lo que ocurre con Francisco. Cuando una persona erra una y otra vez resulta altamente sospechosa. Dadas las circunstancias podemos pensar que no se equivoca para nada: Tiene una línea clarísima y la sigue a rajatabla.
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Creo que viene muy a cuento lo que voy a escribir a continuación, copiándolo textualmente:
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En 1997, el entonces Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe cardenal Joseph Ratzinger, aseguraba que el Espíritu Santo en el Cónclave actúa como «un buen maestro» pero no «dicta» el candidato. Y recordó con toda sencillez que, mirando lo sucedido a lo largo de la historia de los 264 sucesores de Pedro, «hay muchos papas que el Espíritu Santo probablemente no habría elegido».
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Dicho esto, y viendo las actuaciones, hechos y palabras de Francisco durante estos dos años y medio de pontificado, deberíamos pensar que quizás éste sea uno de estos papas que el Espíritu Santo no habria elegido.
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¿Que hacer los católicos fieles a la Doctrina de la Santa Madre Iglesia ante semejante situación?
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Pedir a Dios Nuestro Señor y a Su Madre la Virgen María nos ilumine y nos guie el camino a seguir cuando el Vicario de Cristo no actúa a imagen y semejanza de Él como debería ser su obligación. Y rezar para que la Iglesia vuelva a ser tal como Él la instituyó. Nosotros, los católicos seguiremos a Dios por encima de todo.
Ruego no falte al respeto. Opine lo que considere oportuno con educación pero no falte al respeto. Más aún, siendo católico. Gracias.
La única forma que, en conciencia, me es posible rezar por este ocupante de la Sede de Pedro, es rezando por una misericordiosa abreviación de la tremenda prueba y desgracia que significa este absolutamente nefasto pontificado. Al comienzo rezaba todavía por su conversión, pero como él mismo ha dicho, que sería ridículo que el cambiase a su edad, él mismo dejó en claro, que ya se cerró a cualquier posibilidad de conversión.
Y aquí no se trata para nada de «estilo o cosas que .. pueden ser opinables», sino de un trabajo esmerado de oscurecimiento y destrucción de la Iglesia de Cristo, comenzando por la ridiculización y el desprestigio del Papado mismo, dando el golpe principal por la estructura sacramental de la Iglesia y acabando por llevar la doctrina de la Iglesia y la ortodoxia de la fe, así como el orden litúrgico y el derecho canónico a la total irrelevancia.
Para todo ello se vale gustosamente de todos los privilegios, la autoridad y potestad que esa misma doctrina le atribuye y se aprovecha con ganas del prestigio milenario de su cargo y el afecto entusiasta hacia el Sucesor de Pedro, que sus dos predecesores inmediatos habían obtenido en el Pueblo de Dios, cuyos legados centrales él está destruyendo día a día.
Para lidiar con este pontificado mas bien me parecen muy útiles los «Diez consejos para sobrevivir a un Papa calamitoso» (http://www.adelantelafe.com/10-consejos-para-sobrevivir-a-un-papa-calamitoso-y-seguir-siendo-catolico/) del filósofo español Francisco José Soler Gil. Solamente yo relativizaría un poco el tercer consejo, «No entregarse a discursos apocalípticos», pues yo no creo que se pueda entender plenamente lo que está pasando desde el 13 de marzo del 2013, sino en claves apocalípticas.
el tal pasaba por aquí padece de papolatria crónica.
El siniestro plan milimetricamente trazado por Bergoglio y los suyos -G8, Ricca, Trucho Fernández, Madariaga, etc…- para convertir la Santa Iglesia Católica en una sucursal al servicio del Nuevo Orden Mundial tiene pocas “equivocaciones”. Se manejan torpes en los tiempos. Desaliñados en las declaraciones. El enredo lo llevan a rajatabla. Tal vez dejan ver en demasía el colmillito sediento de sangre. Pero, al no encontrar resistencia, es cuestión de tiempo que ese plan, como la fruta madura, esté al caer. Es cuestión de meses. Lo que queda hasta el maldito Sínodo.
Me gusta mucho. Gracias al blogger
Al principio me esperaba un simple artículo en el que se atacaría injustente a Francisco y se le llamaría masón, judeoprostentaico… Pero me ha gustado mucho, gracias.
Suscribo. Aquí, no obstante, los usuarios, somos de una exquisitez y de un «ponderado» que a uno se le saltan las lágrimas del grandísimo amor y respeto que se le profesa al Santo Padre.
entonces que? a alabar los múltiples errores de bergoglio como papa? veo papolatria que es contraria a la fe católica. cuando bergoglio recibió contento el blasfemo regalo de evo morales, debemos entonces quedarnos callados ante esa torpeza descomunal? de ninguna manera! yo por mi parte si que rezo, pero para que el nefasto pontificado de bergoglio termine lo mas rápido posible. y espero no ser censurado, por expresar lo que muchos católicos heridos por las desconcertantes actuaciones de bergoglio sienten.