Una verdadera Jornada Mundial de los Ancianos. No una reunión cualquiera, un momento de fiesta con el Papa. Así está previsto que sea el encuentro de Francisco con más de 40 mil adultos mayores, el 28 de septiembre en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
En entrevista con el Vatican Insider el presidente del Pontificio Consejo para la Familia, Vincenzo Paglia, adelantó algunos detalles todavía desconocidos de esa manifestación, durante la cual el pontífice regalará a cada uno de los asistentes una copia del evangelio de San Marcos firmado por él mismo e impreso en letras grandes, especial para aquellos a quienes le falla la vista.
¿Cómo nació el encuentro del Papa con los ancianos?
Nació de una necesidad que tantas personas expresaron y que se encontró inmediatamente con la gran atención del pontífice por este mundo de los ancianos, que en los últimos años se volvió significativo desde el punto de vista numérico y que requiere una atención mucho más concreta respecto al pasado. El Papa Francisco no pierde ocasión de subrayar la importancia para la sociedad y para la familia de este vínculo con los ancianos. Muchas veces habló de “cultura del descarte” y esta cultura, por desgracia, encuentra hoy en los ancianos una de las manifestaciones más dramáticas.
En los últimos años por desgracia disminuyó el número de los niños, en todas partes del mundo, pero el número de los ancianos creció mucho. Pero no creció hacia ellos la atención de parte de la política, ni de la cultura, ni de la administración pública ni siquiera de la Iglesia. Gracias a Dios disminuyó la mortalidad y se alargó la vida, por el desarrollo de la medicina, por una mayor atención al cuerpo. Al mismo tiempo no creció una reflexión seria sobre estos 20 años de más que se viven, en promedio, en occidente. Se alargaron los años pero la ausencia de atención ha profundizado, de hecho, la soledad.
¿Cómo será el encuentro?
Una gran fiesta. Va a ser un día de gozo. Muchas organizaciones me habían escrito preguntando: ¿Por qué existen sólo las Jornadas Mundiales de la Juventud y no de los ancianos.
¿Esta podría ser la Jornada Mundial de los Ancianos?
Exactamente, podría ser el inicio de esas manifestaciones. Varias organizaciones de ancianos me lo pidieron, lo cual demuestra una perspectiva positiva porque manifiesta el deseo de continuar viviendo pero hacerlo bien y no como material de descarte. El encuentro del 28 comenzará con una hora de diálogo entre el Papa y este mundo de los ancianos, algunos de los cuales le formularán preguntas y él responderá. Quisiéramos que en este diálogo se redescubra, a partir de las preguntas y de las respuestas del Papa, una especie de espiritualidad del anciano con un nuevo sentido de la vida cuando todo lleve a ser dejado de lado.
¿No se corre el riesgo de aislar más a los ancianos dedicándole una jornada sólo para ellos, quizás separados de otras realidades sociales?
Hoy por hoy falta el pensamiento sobre el futuro y la vida de los ancianos, pero en realidad falta una reflexión sobre la sociedad entera, entonces explotan las contradicciones y los sinsentidos. Por eso queremos que esta jornada sea también una invitación a repensar, para evitar estos conflictos. Sobre el atrio de la Basílica de San Pedro, los ancianos que hablarán estarán acompañados por jóvenes, muchachos y nietos, justamente para demostrar que no se les debe dejar solos. Habrá también un momento en el cual se recogerán los buenos deseos de los nietos a sus abuelos de diversas partes del mundo. No es posible pensar a los ancianos sin los jóvenes y viceversa, y yo esperaría que en la próxima Jornada Mundial de la Juventud haya un espacio también para los ancianos.
Una alianza de los extremos de la vida, como suele decir el Papa…
La alianza entre los jóvenes y los ancianos es el futuro. Decir que el futuro es de los jóvenes, hoy, es un poco difícil, porque existe un decrecimiento de ese grupo social. Mientras tanto, en los próximos años, seguirá creciendo el número de los ancianos. Por eso el futuro de la sociedad pasa por fortalecer la alianza entre ambos. De ahí que este encuentro es significativo y el Papa aceptó que no fuese una reunión cualquiera, sino que atendiese a problemas reales.
¿Qué detalles caracterizarán esa jornada?
Ante la lentitud con la cual tantas veces la comunidad cristiana respondió a la espiritualidad de los ancianos, el Papa ese día donará a cada anciano una copia del evangelio de San Marcos impreso con letras grandes y firmado por él mismo. Para que ninguno sea privado de la lectura del evangelio. Además concelebrarán con él sólo unos 100 párrocos ancianos de diversas partes del mundo, de Buenos Aires a Roma, de África a Asia, aunque la mayoría de ellos serán europeos e italianos.
Una parte la reservaremos a un tema nuevo: el drama de los ancianos en los países que están en guerra. Lo que está ocurriendo en Siria y en Irak muestra los problemas de los niños pero también de los ancianos, que perdieron todos sus ahorros, sus casas, sus tierras y en una edad avanzada verse obligados a dejar todo. Ese también es el drama de los ancianos.
Informes e inscripciones: www.familia.va
