El dibujante de Charlie Hebdo, Bernard Willem Holtrop, ha advertido de que no dudarían en «vomitar» sobre los «nuevos amigos» de la publicación, aludiendo directamente al Papa, a la Reina Isabel II y a Putin», según recoge Europa Press.
«Tenemos muchos nuevos amigos: el Papa, la reina Isabel II, Putin… Tengo que reírme. Marine Le Pen seguro que estaba encantada cuando supo que había islamistas disparando […] Vomitamos sobre toda esta gente que ahora dice que son nuestros amigos»
Sobre este blog Willem Holtrop no podrá vomitar aludiendo a su hipocresía. Aquí se ha dejado claro que NO SOMOS CHARLIE HEBDO, si bien naturalmente condenamos el atentado. Pero ni amigos, ni identificación alguna con una revista blasfema. No hace así todo el mundo católico, vistas las últimas declaraciones que ha hecho Gil Tamayo o Urdaci. Y sorprendentemente, el bloguero Luis Antequera, de Religión en Libertad, ha expresado que pese a las blasfemias él sí es Charlie Hebdo. Leídos sus argumentos, bajo una perspectiva algo diferente, no puedo si no decir que, por enésima vez, yo no soy Charlie Hebdo. Con quien blasfema contra Jesús no comparto mi ser ni por solidaridad, ni por humanidad, ni por hermandad, ni por contar en el haber del blasfemo otros tantos valores que pueda representar. Todos somos humanos y todos pecadores, pero yo soy yo, y no Charlie Hebdo, ni Judas, ni Poncio Pilatos, ni Herodes, ni Bin Laden, ni Hitler… ¿se me entiende?
El obispo de Tolón Francia, mgr Rey contestó, cuando un periodista le preguntaba si era Charlie: Déjeme, primero, ser yo mismo, es decir un cristiano, un cristiano solo tiene como punto de referencia definitiva, de adhesión posible, de identificación que Jesús mismo”
Pues que podemos esperar, lo único que saben hacer es vomitar.
El caricaturista holandés Bernard “Willem” Holtrop, nació en Túnez en 1934, hijo de un tunecino judío-francés y de una polaca judía. Fundador y colaborador de Charlie Hebdo.
Yo vomito sobre Charlie Hebdo.
Pero ese pobre Antequera es un neocón modosito, qué importa lo que diga el buen hombre
Le Figaro:
En este periódico figura un artículo sobre el eco que el minuto de silencio del pasado jueves obtuvo en los centros docentes de los «barrios sensibles». Su sensibilidad es tal que el minuto de silencio se convirtió a menudo… en un minuto de odio.
«“Te la pego con el kalash» (abreviatura para kalashnikof), le soltó a su profesora un alumno de 14 años.», leemos en Le Figaro. El cual sigue diciendo: «En una colegio elemental de Seine-Saint-Denis (suburbio parisino de alta concentración inmigratoria), al menos el 80% de los alumnos de una clase se negaron a efectuar el minuto de silencio».