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Hermosa iniciativa del obispo de Alcalá de Henares

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http://www.obispadoalcala.org/noticiasDEF.php?subaction=showfull&id=1422215186&archive= Don Juan Antonio Reig es obispo que viene con frecuencia a esta página. Y siempre bien. Hoy, una vez más. Seguramente su defensa permanente de la moral de la Iglesia, que tantos ataques le supone, es el rasgo más conocido de su episcopado y el que le ha causado tantos enemigos en lo peor y tantos amigos de lo mejor. Hoy, Don Juan Antonio es una referencia para muchos católicos, diocesanos y extradiocesanos, y entre los segundos hay no pocos que desearían tener ellos un obispo así. Pero el obispo de Alcalá de Henares no es sólo un faro luminoso de doctrina eclesial. Tiene a su gente, curas y laicos, encantada con sus obispo. Es cercano, presente, sonriente, que tampoco está de más, animador… En una palabra, obispo. Padre, maestro y pastor. Ha establecido la adoración permanente al Santísimo en una diócesis ciertamente eucarística pero que posiblemente hubiera olvidado bastante esas raíces históricas tan vividas en su tiempo por los alcalaínos. Tiene por un tesoro ese camposanto, nunca mejor expresado el nombre que allí, que es Paracuellos. Aún le estoy viendo, con la custodia en sus  manos bendiciendo con el Cuerpo Real de Cristo, las fosas donde yacen tantos de los que murieron, con sus cuerpos desgarrados, como el de Él, simplemente por amarle. Los Santos Niños, devoción tan arraigada, desde cientos y cientos de años,  en su diócesis son seguramente presencia y bendición del cielo, con sus cuerpos rotos en el martirio, en los afanes permanentes del obispo para que no haya más cuerpos infantiles desgarrados en los vientres de las madres. La providencia divina, tantas veces difícil de entender, sin duda a causa de nuestra indigencia intelectual tocada por el pecado, ha hecho que el obispo de los tantos millones de niños asesinados sea también el obispo de los Santos Niños.  Y hasta para los tradicionalistas, Don Juan Antonia ha sido uno de los escasos obispos de España que tiene en su diócesis el modo extraordinario. No voy a hacer aquí la relación de la entrega de ese obispo a su diócesis ni de la respuesta de la misma a su obispo. Me consta que ambos, el obispo y la diócesis, están felices con el encuentro. Porque a Don Juan Antonio se le encuentra. No es obispo que se encierre en su despacho. Está entre su pueblo que es el Pueblo de Dios. Y sin la menor prepotencia. Como un padre manso y humilde de corazón. Pero una vez más me estoy perdiendo aunque ello se deba a la admiración por un obispo. Cosa que, desgraciadamente, no me ocurre con todos. El obispo de Alcalá ha pedido a sus fieles que escribieran una carta a los Reyes. A los Reyes Magos. Que la escribieran niños y adultos, con sus deseos. Con lo que de verdad desean. Y asegurándoles que esos deseos, él los iba a poner no en manos de los Reyes sino de Dios. La tableta, la bici, la muñeca o la pistola habrán llegado o no. Y eso no tiene arreglo momentáneo. Hasta el ilusionado, otra vez, año siguiente. Pero hay otras muchas peticiones a los Reyes, mucho más importantes, mucho más dolorosas, mucho más urgentes, que no se adquieren en El Corte Inglés. Que naturalmente no me paga por la cuña publicitaria. Todas esas, peticiones a los Reyes, Don Juan Antonio las ha depositado ante el Sagrario. Y las monjas contemplativas de la diócesis están rezando por ellas. Me parece una idea genial. Y seguro que el Señor atenderá unas cuantas de esas cartas. Me ha llamado la atención el número de conventos contemplativos que hay en Alcalá. Durarán lo que duren, algunos desgraciadamente poco, pero mientras existan habrá lugares desde los que todos los días pidan a Dios por el mundo, por nosotros y por Don Juan Antonio Reig, obispo extraordinario de Alcalá de Henares.  

Comentarios
0 comentarios en “Hermosa iniciativa del obispo de Alcalá de Henares
  1. Si fuera otro Obispo D Cigoña diria: «penosa foto de un Obispo con monjas mas bien adelantadas en edad» (Por decirlo de forma suave)… Es que la monja mas joven de la foto tendra 70 años, pero seguro no estaran a punto de morirse. Pero como es este Obispo… Si fiera Cañizares u otro… D Cigoña D Cigoña que se te ve el plumero…

  2. Felicidades, D. Juan Antonio y ojo con las comunidades neocatecumenales, se vendieron al mejor postor dejando solo al mejor pastor. También decirle que le echamos mucho de menos en Cartagena. Cuente con mi oración y grato recuerdo. Nos ha dejado huérfanos, sin un padre que nos cuide y nos proteja del peligro, al contario, estamos desamparados ante el peligro.

  3. D. Juan Antonio: Siga así y no deje de confirmarnos en la fe en la que otros no nos confirman; antes bien nos abandonan en las tormentas.Gracias.

  4. Un santo varón.

    Como dice GKC, en la diócesis de Cartagena lo echamos muchísimo de menos.

    Aquí también instituyó la Adoración Perpetua. Lo hizo en la Capilla de Santiago, en el propio Palacio Episcopal, y me consta que quería abrir alguna otra cuando fue defenestrado ad maiorem Mendoci gloriam.

  5. En todo muy de acuerdo con usted, estimado blogger. Tan sólo un pequeño comentario, en modo alguno corrección, sobre la fotografía. Las monjitas que acompañan al obispo son las “Siervas de María”. Atienden a los enfermos con pocos, o ningún, recursos. Hasta hace unos cinco años llevaban el “Hospital Gratuito de Nuestra Señora de la Misericordia” (Fundación Caballeros de Antezana), en el que vivió durante su estancia en Alcalá San Ignacio de Loyola. Escribo este comentario en alabanza a ellas. Permítanme contar una pequeña anécdota de la madre superiora, que demuestra la diferencia entre caridad (en su segunda acepción: “amar al prójimo por amor a Dios”), y filantropía “misericordinosa”. Estaba la madre haciendo oración en la capilla cuando llamaron a la puerta del convento. Ella personalmente abrió, y se encontró con un pobre que le pidió algo de comer. Entró la madre y volvió con comida para el mendigo. “Gracias hermana”, dijo el mendigo. Y se disculpó por haberla molestado o interrumpido en lo que estuviera haciendo. La madre le respondió: “No se preocupe, he dejado de atender a Dios, para atender a Dios”.
    Ahí está la abuelilla (creo que ronda, o pasa, de los 90 años), recibiendo tirones de orejas diarios de la superiora, porque es la primera en trabajar como un burrito en detrimento de su propia salud.
    ¡Qué Dios las bendiga! Aunque probablemente pueda yo decir lo que Inocencio IV contestó a Santa Clara cuando en su lecho de muerte le pidió la bendición apostólica y la absolución de sus pecados: “Quiera el cielo, hija mía, que tenga yo tanta necesidad como tú de la indulgencia de Dios”.

  6. QUÉ SANA ENVIDIA SIENTO DESDE ARGENTINA!!!!!
    Rezaré por sus intenciones y para que el Señor se apiade de nosotros y nos envíe pastores así.

  7. Este es un obispo, señor De la Cigoña, de los que no tiene cetro, sino báculo. Por eso los del cetro conspiran para cargárselo.
    Usted y yo, señor De la Cigoña, aunque a veces no entienda mis bromas y las tome por burricie, en el fondo nos entendemos.

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