El alcalde de Bloomington (Indiana), John Hamilton, ha decidido cambiar el nombre del Viernes Santo para «promover la inclusión de los trabajadores de la ciudad que no son cristianos».
El alcalde de Bloomington, en el estado de Indiana (Estados Unidos), John Hamilton, ha decidido cambiar el nombre del Viernes Santo para promover la “inclusión” de los trabajadores de la ciudad que no son cristianos.
Hamilton ha señalado que, de ahora en adelante, el Viernes Santo se llamará “Feriado de Primavera”, la estación en la que se celebra esta fiesta en Estados Unidos.
Aunque el Viernes Santo no es un feriado que se celebre en todo el país, esta medida “inclusiva” de Hamilton ha terminado por excluir a los cristianos, han denunciado algunos líderes locales.
Asimismo, el alcalde dispuso que, de ahora en adelante, el Día de Colón sea recordado como el “Feriado de Otoño”, en el que se recuerda la llegada de Cristóbal Colón a América en 1492.
John Hamilton ha explicado a los medios locales que “la diversidad nos da mayor fuerza y representatividad del público al que servimos con orgullo. Esos nombres actualizados para dos días de un descanso bien merecido es otra manera de demostrar nuestro compromiso con la inclusión».
Entre los cristianos que han criticado los cambios está Bill Donohue, de la Liga Católica para los Derechos Religiosos y Civiles, quien ha explicado que el cambio de nombre excluye a los cristianos porque “niega el reconocimiento al día central en su calendario religioso”.
Otro crítico de la medida ha sido el pastor Alan Phillips de la Iglesia Cristiana Sherwood Oaks, en Bloomington, quien dijo a WDRB News que le entristece este hecho y que es una acción para perjudicar al cristianismo.
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Es tan absurdo que no debería ni comentarlo. Primero por la extensión de la medida; segundo, porque el Viernes Santo sigue existiendo también en ese pueblo; tercero, porque con dicha medida lo único que hace es dar a los no cristianos un día festivo; cuarto, porque es la típica medida demagógica que le hará ganar votos por un lado, y perderá otros tantos o más por el otro, así hasta que llegue la alternativa y cambie el calendario. El problema de estas fechas está en que la gente que no es cristiana no entiende su significado real. El Viernes Santo para un cristiano no es un día de juerga, para irse a comer un chuletón, o para ir al campo a ver pajaritos -más bien asustarlos-, sino un día de meditación y recogimiento que se puede celebrar muy bien hasta trabajando, quizás sería mejor así pues habría bastante más respeto.