¿Hacia la normalización de la pedofilia?

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La pedofilia está intentando desligarse de la pederastia por parte de algunos ‘expertos’ y movimientos políticos. El NYT ha publicado textos en ese sentido: «La pedofilia es un desorden, no un crimen».

Rafael Nuñez-Huesca/La Gaceta

El 23 % de las mujeres y el 15 % de los hombres han sidovíctimas de algún tipo de acoso sexual en la infancia, aunque dado el mínimo porcentaje de denuncias (menos del 10% de los afectados), resulta muy complicado concretar la incidencia real de un problema que, según Ana Oliaga, psicóloga de la asociación protegeles.com y experta en abuso infantil, afecta a 3.500 niñoscada año en España.

El problema de la pedofilia, no obstante, está intentando desligarse de la pederastia por parte de algunos expertos y movimientos políticos. El periodista Teguayco Pinto Cejas escribía hace algunos meses un polémico artículo titulado “Aceptemos al pedófilo para que no abuse de niños” en el que advertía que la marginación social del pedófilo resulta contraproducente: «la marginación de los pedófilos es un factor de riesgo para que se conviertan en pederastas”.

Hablaba el periodista de la existencia varias de plataformas de pedófilos “que se han comprometido a resistir sus sentimientos sexuales”. Tal sería el caso de los llamados pedófilos «célibes» o “virtuosos”, organizados incluso en un grupo que pretende hacer valer su abstinencia sexual como un “éxito”: ”Muchos de nosotros no representamos ningún problema para los niños en absoluto. Sin embargo, somos objeto de desprecio por tener una atracción sexual que no elegimos, que no podemos cambiar, pero que resistimos con éxito”.

Un éxito que a juicio de Pinto Cejas debería responderse con el compromiso del resto de la sociedad de no rechazar al pedófilo. El periodista denuncia la que para él es una “confusión” de términos entre pedofilia y pederastia. Si la segunda supondría una actitud delictiva, la primera sería sencillamente “una condición sexual”.

¿Será en el futuro la pedofilia vista como algo normal y socialmente aceptado?

Hace quince años que dos expertos exponían la tesis de la “orientación sexual” para la pedofilia en el Parlamento de Canadá. Se debatía un proyecto de ley sobre delitos sexuales contra los niños y el doctor Vernon Quinsey y el doctor Hubert Van Gijseghem acudían al pleno en su condición de expertos. Van Gijseghem, psicólogo y profesor jubilado de la Universidad de Montreal comparó la pedofilia con “la heterosexualidad o la homosexualidad” y advirtió que “no se puede cambiar la orientación sexual de una persona”. El profesor Quinsey, en la misma línea, dijo que “no hay evidencia que esta especie de preferencia pueda ser cambiada a través de un tratamiento o a través de alguna otra cosa”. Declaraciones que escandalizaron a un gran número de los diputados.

«La pedofilia es un desorden, no un crimen»

Margo Kaplan, profesora de Derecho en la Universidad de Rutgers, escribía un controvertido artículo en el New York Times titulado «La pedofilia es un desorden, no un crimen». En el texto denuncia que las leyes norteamericanas «están fallando a los pedófilos y, en consecuencia, ignorando las oportunidades para prevenir el abuso de niños”. Kaplan, en la línea de lo expuesto anteriormente, se esforzaba por explicar que “una persona puede ser pedófila y nunca obrar en consecuencia. (…) La pedofilia es un estado, no un acto”.

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Comentarios
11 comentarios en “¿Hacia la normalización de la pedofilia?
  1. Por eso mismo hay que identificarlos y apartarlos de los lugares donde abunden los menores y, de este modo, no caigan en la tentación. No les importará si ellos mismos se consideran un peligro para los chavales. Con los codiciosos se podrían tomar las mismas medidas, y con los violentos, y con los falsarios, etc. Vamos, una estupidez más de la sociedad pansexual y de su subproducto, la ideología de género. A la pedofilia se llega por un camino determinado, como a la estafa o al asesinato. Nadie nace con esa condición porque, de hecho, las relaciones sexuales entre niños no existen.

  2. Ahora resulta que nunca elegimos nada. El ladrón no eligió ser ladrón, el asesino no eligió ser asesino, el pederasta no eligió ser pederasta, el alumno no eligió ser idiota, vago y no estudiar. Ya «nacieron» así y, por tanto, la culpa es de otros. Lo primero que el mundo debe hacer para iniciar su retorno a la cordura es acabar con esa basurienta casta llamada de «expertos». No hay nada más letal hoy día para la salud mental que un dictamen de un «experto»

  3. Esto no es nada políticamente correcto pero creo que debe decirse. Existe un paralelismo entre la evolución del homosexualismo y lo que hoy parece plantearse con respecto de la pedofilia. Si empezamos a hacer «concesiones» con la pedofilia, si suavizamos el uso del lenguaje y la actitud hacia ella, si se empieza a abordar como una orientación más que como una AMENAZA (porque eso es lo que es) hacia los seres humanos más vulnerables, entonces de eso a la «normalización» va un paso. Es gravísimo siquiera plantearse la posibilidad de disminuir la presión hacia las personas con tendencias pedófilas, estas personas (estoy seguro de que las hay leyendo estas líneas) deben buscar ayuda, bien con un psicólogo, bien con un director espiritual o con el sacerdote de su parroquia. No buscar ayuda implica un riesgo importante de que esa atracción que sienten derive en actitudes cada vez más peligrosas para ellos mismos y para los menores que los rodean…

  4. Los pedófilos se sienten dominados por una atracción diabólica hacia la pureza de los niños, Satanás y sus demonios están implicados de una manera singular en esta atracción malsana, buscan hacer sufrir a los seres humanos que conservan más intensamente su pureza original, los niños, y de paso sumergen también a sus victimarios en un bucle de sufrimiento terrible, aunque ellos mismos no lleguen a darse cuenta.
    Si mientras esperamos la Segunda Venida de Cristo y Su Reinado absoluto sobre la humanidad queremos construir una civilización lo más viable posible, una civilización que cuente con la gracia del Señor mientras aguardamos Su Venida, entonces no cabe otra vía que la de la condena más enérgica posible de la pedofilia y el castigo más severo posible contra los que abusen de menores.

  5. Existe una conexión entre la masonería illuminati que nos gobierna en la sombra y los abusos sexuales a menores usados en rituales satánicos. Políticos de primera línea están implicados de lleno en el crimen de la pederastia, Satanás gana pleno control sobre ellos cuando los sumerge en este pecado espantoso, los esclaviza por medio de esta «pasión» descontrolada hacia los seres humanos más inocentes y puros.
    Para muestra un botón; video de Joe Biden, Vicepresidente de EEUU, acosando a una niña de 13 años, diciéndole ´´no sabes lo cachondo que me pone tener a mi lado a una nena de 13 años´´:
    http://youtu.be/9jtybQS0eIA

    Compilación de ´´comportamientos inapropiados´´ del Vicepresidente Biden; fijaos en el descontrol y la expresión de su rostro cuando está detrás de la niña de rojo, signos de tener el alma poseída:
    http://youtu.be/_3Z3zxsbJFw

    Éstos son los peleles útiles de la Sinagoga de Satanás y quienes están al mando del maletín nuclear de la primera potencia mundial… hasta el próximo 20 de Enero, Dios mediante. Amén.

    ´´Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?´´
    Apocalipsis 6, 15-17

  6. Las prácticas sodomitas y pedofilas son un atentado contra las leyes naturales, morales y de Dios. Son de naturaleza cultural y derivan en ciertos grupos humanos en prácticas satánicas. Las lgtb las intentan normalizar mediante leyes impositivas, considerando que su raíz es natural, sin informes científicos contrastados y de peso. Por ello se consideran leyes idiologicas, propias de regímenes autoritarios.

  7. Esto como muchas otras aberraciones que estamos oyendo, viendo, sufriendo…son obra del mal. El mal tiene muchas manos que ayudan a que extienda sus tentáculos: la información es uno de ellos, sobre todo la televisión, Internet, revistas poco adecuadas…Pero no olvidemos lo principal y esto es: «que no luchamos contra carne ni sangre, sino contra principios y potestades».

    La lucha es de Satanás contra Dios, por lo tato contra todas sus obras y las personas que trabajan con Él.

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