El abogado tailandés Vitit Muntarbhorn promoverá desde el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas una amplia agenda a favor de el colectivo LGTB, en una pretensión de difundir la ideología de género a nivel internacional.
El pasado 30 de junio, el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas aprobó -con 23 votos a favor, 18 en contra y 6 abstenciones- el nombramiento de un experto independiente sobre la defensa del colectivo LGTB. Esta iniciativa fue propuesta por distintos países de América Latina, y contó con la oposición de países como Arabia Saudí, Argelia, Bangladesh o Rusia.
Cuatro meses después, la ONU ha elegido al tailandés Vitit Muntarbhorn para encarnar esta figura. El abogado progay y profesor de Derecho Internacional promoverá dentro de la organización la doctrina de la ideología de género durante un periodo de tres años.
Promover la agenda LGTB
La tarea de este activista se centrará, según la resolución aprobada el pasado junio, en «concienciar a la población acerca de la violencia y la discriminación contra las personas por motivos de orientación sexual o identidad de género y determinar las causas fundamentales».
Asimismo, deberá «entablar un diálogo con los Estados y otros interesados para promover la aplicación de medidas que contribuyan a la protección de todas las personas discriminadas» y «evaluar la aplicación de los instrumentos internacionales vigentes de derechos humanos relacionados con los medios de superar la violencia y la discriminación contra las personas por motivos de orientación sexual o identidad de género».
El tailandés Muntarbhorn también deberá «organizar, facilitar y apoyar la prestación de servicios de asesoramiento, asistencia técnica, fomento de la capacidad y cooperación internacional en apoyo de las iniciativas nacionales de lucha contra la violencia y la discriminación».
A pesar de lo que reza el documento, Actuall informa que el director del Centro de Estudios Legales del Center for Family & Human Rights, Stefano Gennarini, defiende que “este puesto no se limitará a la investigación de la violencia contra las personas que se identifican como lesbianas, gais, bisexuales o transgénero sino que más bien será utilizado para promover una agenda amplia de derechos sexuales”.
Principios de Yogyakarta
Cabe destacar que Vitit Muntarbhorn fue uno de los principales promotores de los llamados «Principios de Yogyakarta», un documento que recoge una serie de principios relativos a la orientación sexual e identidad de género, con la pretensión de difundir la doctrina LGTB a nivel internacional.
Según Gennarini, el documento dicta que el derecho internacional debe obligar a los estados a que instauren un estatus especial a las relaciones entre personas del mismo sexo, la despenalización total de la homosexualidad a nivel mundial, promover la aceptación social de la homosexualidad y limitar la libertad de expresión y de religión.
Países detractores
En referencia a la nueva figura representada por el abogado tailandés, el delegado ruso ha asegurado que «con lo que respecta a nosotros, no existe».
Por su parte, la Cooperación Islámica, que representa a 57 estados, ha advertido sobre “consecuencias negativas” de este nuevo cargo.
Arabia Saudí, Argelia, Bangladesh, Burundi, Catar, China, Congo, Costa de Marfil, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía, Indonesia, Kenia, Kirguistán, Maldivas, Marruecos, Nigeria, Rusia y Togo son los países que se han opuesto a la decisión de la ONU.
‘La ONU ha hecho de la sexualidad humana su principal mercado’
El portavoz de la Arquidiócesis de México, Hugo Valdemar, ha señalado que la Organización de Naciones Unidas “actúa de forma escandalosamente irresponsable y perversa” y es “la gran promotora de la dictadura gay y de la ideología de género”.
Para el sacerdote, la ONU hace «víctimas a quienes en realidad han sido victimarios” y “ha presionado a todas las naciones –sobre todo a las más pobres– para que legislen leyes inmorales que a la larga destruirán a las familias”.
«Detrás los supuestos derechos reproductivos y sexuales, la ONU maneja una verdadera red de intereses económicos que ha hecho de la sexualidad humana su principal mercado, sin importar que con ello llegue a la cosificación y degradación moral de la persona”, concluye el religioso.
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El lobby gay está manejado y financiado por otro lobby todavía más poderoso, que además de manejar la ONU, maneja igualmente la Iglesia Católica a través de la mafia de San Gallo, así autodenominada por sus propios componentes.