‘Una ideología no puede determinar las reglas de convivencia de una sociedad’

|

Los obispos colombianos felicitan a los padres de familia y organizaciones civiles que han manifestado su preocupación por la implantación de la ideología de género en los colegios del país.

“Saludamos y felicitamos a los padres de familia y organizaciones civiles de diferentes credos que durante los últimos días han manifestado públicamente su preocupación por la implantación de la ideología de género en la revisión de los Manuales de Convivencia y de los Proyectos de Educación Institucional (PEI) de los colegios por parte del Ministerio de Educación de la República”, es el saludo de los Obispos de Colombia ante el anuncio del gobierno de no promover, ni implementar la ideología de género en las escuelas, luego de las multitudinarias marchas realizadas en los últimos días.

En un comunicado publicado este viernes 12 de agosto, La Conferencia Episcopal Colombiana (CEC) reconoce como un valor fundamental para la sana convivencia “el respeto por todo ser humano independientemente de su raza, sexo, orientación sexual, origen nacional o familiar, lengua, religión u opinión política”. Basados en este principio, afirman los Obispos, saludamos y felicitamos a los padres de familia y organizaciones civiles de diferentes credos que durante los últimos días han manifestado públicamente su preocupación por la implantación de la ideología de género en la revisión de los Manuales de Convivencia y de los Proyectos de Educación Institucional (PEI) de los colegios por parte del Ministerio de Educación de la República.

En este sentido, señalan los miembros de la Conferencia Episcopal Colombiana, “no podemos dejar de recordar las enseñanzas del Papa Francisco, según las cuales la ideología de género niega la diferencia y la reciprocidad natural de hombre y de mujer. Ésta presenta una sociedad sin diferencias de sexo y vacía el fundamento antropológico de la familia. Esta ideología lleva a proyectos educativos y directrices legislativas que promueven una identidad personal y una intimidad afectiva radicalmente desvinculadas de la diversidad biológica entre hombre y mujer” (Exh. Apost. “La alegría del amor”).

Por ello, afirman los Obispos, lamentamos que se esté abusando del Derecho para promover la ideología de género en los más variados ámbitos de nuestra sociedad. Aún tenemos presente cómo se tergiversó la definición constitucional de la familia para imponer un modelo que no estaba previsto en nuestro ordenamiento superior.

Sin duda, agregan los Prelados,  es necesario promover el respeto de todas las personas en todos los ambientes de la vida social –comenzando por la familia, la comunidad educativa y la comunidad en general – pero esto no puede implicar la imposición de la ideología de género como norma para que el respeto debido se garantice.

En este sentido, “hacemos un llamado a las instituciones del gobierno colombiano para que oigan la voz de millones de personas, sin distinción de credo, que se están manifestando públicamente por todo el país, rechazando la imposición de una ideología”. No se debe permitir que una ideología en particular resulte determinando las reglas de convivencia de toda una sociedad. Así mismo, los Obispos de Colombia hacen un llamado especial a los sacerdotes de todo el país para que, en su calidad de pastores de la Iglesia, acompañen la formación de la conciencia de los fieles sobre estos aspectos y apoyen las expresiones públicas en favor de la autonomía educativa de los padres y de la familia como núcleo esencial de la sociedad. En el mismo sentido, instamos a los padres de familia a formar a sus hijos en los valores cristianos y a acompañarlos muy de cerca en su proceso de desarrollo integral.

Ayuda a Infovaticana a seguir informando

Comentarios
1 comentarios en “‘Una ideología no puede determinar las reglas de convivencia de una sociedad’
  1. Una ideología no puede, pero…

    Los poderes humanos, orquestados por el poder sectario, dirigido por el mismo demonio, hoy si puede.

    Es que Dios le ha de haber dado permiso al demonio, para que haga de las leyes lo que quiera, como medio de escarmentar a esta sociedad que casi sin excepción hoy le da la espalda a su Creador.

    Porque Dios todo lo puede, y esto no sucedería, si de lo que está pasando, no esperara el Señor un Bien mayor.

    Hoy hay pocos creyentes que se dicen tales. Y de los que se dicen tales, (incluídos sacerdotes), una mayoría de secularizados, y tibios con formación escasa y confusa.

    Y de los que tienen una «buena formación» y se mantienen en la piedad a pesar del siglo, un gran porcentaje se refugia en una actitud de elite, con claros gestos de aquellos fariseos a los que criticaba el Señor.

    Estos son los que hacen mayor mal, porque debieran ser los señuelos que con su ejemplo de amor llamaran a las almas a la conversión. En cambio vemos que sólo se escandalizan por los errores de los otros, pero no salen de su nube de soberbia, ni se despojan de su amor a sus bienes terrenales, situaciones de poder, vanagloria por sus méritos humanos o saberes teologales sin testimonio, y hacen gala de una defensa de la bandera de la fe, a la manera de quien defiende la honra humana, pero que no escucha el llamado a la profunda conversión personal, a la humildad absoluta, al amor por la Cruz de cada día (que hoy incluye leyes civiles que se oponen a Dios) y a un desvivirse por ganar las almas.

    Como se lee en otro titular de hoy de infovaticana, hace falta que el hombre retorne a la contemplación de las verdades divinas, y que haga de ellas el eje de sus intenciones, acciones y operaciones, para ponerse en todo al servicio y alabanza de la Divina Majestad. San Ignacio de Loyola, intercede por nosotros para que así sea.

    ¡CRISTO AL FINAL VENCERÁ!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

 caracteres disponibles