‘Si voy a la cárcel evangelizaré desde ahí’

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Un obispo mejicano dice lo que no se escucha decir a ninguno de los españoles: Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres, y ninguna amenaza humana puede quitar la libertad de espíritu.

En medio de las acusaciones por presunta injerencia política, por recibir en la Catedral a manifestantes críticos al gobernador del estado mexicano de Morelos, Graco Ramírez, el Obispo de Cuernavaca, Mons. Ramón Castro Castro, aseguró que no teme la cárcel y que desde ahí podría evangelizar.

“Si voy a la cárcel no hay problema, desde ahí haré trabajo de evangelización”, aseguró, en declaraciones recogidas por el diario mexicano El Sol de Cuautla.

“Estamos esperando la notificación, y quiero agradecer a la Barra de Abogados de Cuernavaca, que me ha dado su solidaridad para entrar en mi defensa”, añadió.

Mons. Castro Castro recibió en la Catedral de Cuernavaca, el 28 de julio, a más de 100 personas de diversas organizaciones civiles, que expresaron sus críticas al gobierno de Morelos, por la difícil situación que vive el estado.

Hasta 2014, Cuernavaca figuraba entre las 50 ciudades más violentas del mundo, según la lista que realiza cada año el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal de México.

Sin embargo, a nivel de México, Morelos es el cuarto estado en índice de asesinatos por cada 100.000 habitantes.

El Partido de la Revolución Democrática (PRD), al que pertenece Graco Ramírez,denunció al Prelado ante la Secretaría de Gobernación (SeGob) por supuestamente intervenir en política, contraviniendo la ley del país. El grupo político lo acusó además de homofobia, por participar en una masiva marcha a favor de la familia y contra el mal llamado “matrimonio” gay.

Los sacerdotes de Cuernavaca, en un comunicado difundido el 13 de agosto, expresaron su “gratitud, y nuestro inquebrantable respaldo” a Mons. Castro Castro.

Información de Aciprensa

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Comentarios
1 comentarios en “‘Si voy a la cárcel evangelizaré desde ahí’
  1. Sin el respeto a las leyes naturales, morales y de Dios, se generan sociedades violentas y familias desestructuradas. Se está recogiendo el fruto del mal de lo que se cosecha.

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