Epidemia de violaciones en Alemania

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Los perpetradores, en su abrumadora mayoría de origen mediooriental o norteafricano, se aprovechan de la complicidad de medios y autoridades que minimizan la publicidad de estos delitos. 

Carlos Esteban / Gaceta.es
No hay Land y apenas ciudad en Alemania que se vea ya libre de la epidemia de violencia sexual por parte de los inmigrantes que azota el país desde que la canciller Angela Merkel invitara a todos los refugiados sirios a instalarse allí.
Los perpetradores, en su abrumadora mayoría de origen mediooriental o norteafricano, se aprovechan de la complicidad de medios y autoridades, que pretenden, en línea con las políticas de la canciller, minimizar la publicidad de estos delitos. 
Así, sólo se denuncia una de cada diez violaciones en Alemania y solo el 8% de los juicios por violación acaban en condena, según el propio ministro de Justicia, Heiko Maas. Hasta el 90% de los delitos sexuales cometidos en Alemania en 2014, denuncia el jefe de la Asociación de la Policía André Schulz, no se muestran en las estadísticas oficiales. Según un alto oficial de policía de Francfort citado por el diario Bild, «hay estrictas instrucciones ‘de arriba’ de no informar sobre ofensas cometidas por los refugiados. Es extraordinario que no se informe deliberadamente sobre algunos delincuentes y que se archiven las informaciones como confidenciales».
Alemania, informa un estudio del Instituto Gatestone, está sometida a un estado desitio de hecho y sus espacios públicos son cada día más peligrosos. La policía advierte de un brote de violencia sexual este verano, cuando los refugiados vean a las alemanas ligeramente vestidas por la calle, algo a lo que no están acostumbrados en sus países de origen.
A lo largo del pasado mes se han producido numerosos asaltos sexuales sobre mujeres entre 9 y 79 años. Se han producido ataques en playas, carriles bici, cementerios, discotecas, tiendas de alimentación, festivales de música, aparcamientos subterráneos, parques infantiles, centros comerciales, taxis, autobuses, tranvías, metro, trenes, plazas, piscinas y lavabos públicos.

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