Veintidós refugiados, en lugar de los veintisiete previstos inicialmente, han llegado este miércoles a España desde Italia, dentro del programa comunitario de reubicación creado para hacer frente a las consecuencias humanitarias de la guerra en Siria.
Veintidós refugiados procedentes de Italia, en lugar de los veintisiete previstos inicialmente, han llegado este miércoles a España dentro del programa comunitario de reubicación creado para hacer frente a las consecuencias humanitarias de la guerra en Siria.
Se trata del segundo grupo de refugiados que acoge España -todos ellos hombres de origen eritreo-, tras el primero de veinte personas que llegó este martes, procedente de Grecia. Todos ellos forman parte del total de 586 que vendrán antes de finales de junio.
Este segundo grupo ha aterrizado en el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas sobre las 17.00 horas en un avión proveniente de Roma.
Son todos hombres, 26 de Eritrea y uno de la República Centroafricana, y van a ser acogidos por Cruz Roja y por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).
En este caso, al tratarse de hombres que viajan solos, y que probablemente se habrán conocido en Italia o durante el trayecto desde que salieron de su países, el sistema de integración se adapta a sus perfiles y necesidades que son distintos a los de las familias que llegaron este martes, y por ello se atenderá primero la asistencia sanitaria y la formación.
«Son chicos jóvenes con mucha capacidad y mucha fuerza de trabajo, el problema es el idioma y en muchas ocasiones también necesitan alfabetización», explica el responsable de Cruz Roja, organización que ya tiene acogidos a los eritreos que llegaron a finales de año.
Los jóvenes eritreos escapan de la atroz represión que se vive en ese país, en el que se recluta a los jóvenes -hombres y mujeres- para las unidades militares del Gobierno.
«Los refugiados de Eritrea suelen ser personas de origen muy humilde, con poca formación, por eso el primer paso en muchos de ellos es la alfabetización, y después el aprendizaje» del idioma y la orientación laboral.
«Van aprendiendo cositas para defenderse y luego ya inmediatamente se aborda el tema de formación ocupacionalpara ver cuál pude ser su mayor capacidad para conseguir un empleo», indica.
Sánchez Espinosa ha explicado que en la primera fase de seis meses vivirán en pisos compartidos con la supervisión de Cruz Roja, pero en la segunda etapa, ya deberán alquilar a su nombre una habitación o piso, aunque se mantendrá la ayuda económica y de apoyo social que requieran.
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Es decir,que la guerra de Siria, y la situación en Eritrea están obvia e inextricablemente unidas. El mecanismo se me escapa, pero la culpa debe de ser mía.
Por otro lado sería necesario crear un sistema permanente de entrada, para los problemas que existan dentro de diez años, dentro de 25, dentro de 50 y en un siglo. Así como para cualquier guerra que se produzca en 2150 ó 2200 (si es que para entonces los europeos no nos hemos extinguido, demografía mediante) puesto que las guerras y problemas nunca cesarán. Si no en un sitio del mundo, en otro. Ni los deseos de vivir mejor. Y dado que todo eso va a ser una constante durante todas las generaciones por venir sería mejor crear un sistema, como digo, permanente y de constante actuación. Siempre en marcha. Sin medias tintas. 24/365. Las próximas cinco o seis generaciones y luego ya lo vamos prorrogando.
ni un niño, ni un anciano, ni una mujer, ni un enfermo, todo hombres jóvenes sanos y adultos!