El presidente del Pontificio Consejo para la Justicia y la Paz habría declarado a un periodista de la BBC la necesidad de combatir el problema de la superpoblación, sin que sepamos que se haya considerado a sí mismo parte de ese exceso de población. El corresponsal de medioambiente de la BBC, Matt McGrath, ha hecho pública una conversación mantenida con el cardenal Peter Turkson, presidente del Pontificio Consejo para la Justicia y la Paz y asesor del Papa en materia de cambio climático. Según afirma este periodista, durante su conversación Turkson habría sugerido que el control de natalidad podría aliviar algunos de los impactos del cambio climático, particularmente la falta de alimentos. El razonamiento del prelado habría sido, según McGrath, que tener más bocas que alimentar puede suponer un reto en la cadena de producción. Asimismo, Turkson recordó que la Iglesia nunca ha estado en contra de la planificación familiar y de espaciar los embarazos. Eso sí, siempre con métodos naturales y dejando claro que la Iglesia no acepta el uso de anticonceptivos. «Esto es algo de lo que se ha estado hablando. Después de su visita a Filipinas, el Sumo Pontífice invitó a las personas a adoptar algún tipo de control de natalidad, porque la Iglesia nunca ha estado en contra del control de natalidad y de que la gente espacie los embarazos. Así que en efecto, puede ser una solución», ha señalado Turkson en declaraciones recogidas por la BBC. El prelado advirtió, además, que es necesario llegar a un acuerdo en la Cumbre de París sobre el cambio climático para luchar contra las causas del problema de la superpoblación. «Para nosotros, una cosa debe dominar: necesitamos observar lo que sucede en estados que están en la línea de fuego y tomar medidas que aseguren la existencia de todos», ha sostenido el prelado.
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Muy coherente con lo que su propio dicasterio afirma en el Compendio de Doctrina Social de la Iglesia y el Papa cita textualmente en Laudato Si’ n. 51: « si bien es cierto que la desigual distribución de la población y de los recursos disponibles crean obstáculos al desarrollo y al uso sostenible del ambiente, debe reconocerse que el crecimiento demográfico es plenamente compatible con un desarrollo integral y solidario ». El Papa añade a continuación: «Culpar al aumento de la población y no al consumismo extremo y selectivo de algunos es un modo de no enfrentar los problemas». Verdaderamente algunos miembros de la Curia deberían volver a estudiar los rudimentos de la doctrina de la Iglesia antes de abrir la boca…
La tierra fue creada por Dios para servir de hogar a la creatura divina humana concebida después de todo, entonces tiene recursos suficientes, con desde luego, en casos de acontecimientos excepcionales, la solidaridad reforzada entre las poblaciones, en países que tienen gobiernos dignos y responsables. El problema en varios países viene de las guerras civiles o entre países, de influencia extranjera nefasta, del deseo de lucro exagerado, de derechos sin deberes (abortos pero pensiones para los ancianos gracias a la industria farmacéutica de la píldora, por ej), de políticos que se guardan el dinero o que toman decisiones no por el bien común sino por el clientelismo, de ideologías que cambian el rumbo de la producción y de las iniciativas buenas de los hombres hechos esclavos en vez de tener libertad. Comparar por ej Corea del norte con Corea del sur, etc.
Después de que las teorías maltusianas de han demostrado falses, y que el invierno demográfico amenaza Occidente, sorprenden que algunos clérigos sigan empeñados en caer en los errores de siempre.
Si estos clérigos se dedicaran a proclamar la palabra de Dios, en vez de meterse en temas que no son los suyos, seguramente no dirían tantas tonterías.
Creo que convendría reducir drásticamente la ‘producción’ de vacas. Sus ventosidades sí que son una amenaza para el equilibrio del clima.
Pues yo estoy ya un poco harta de despropósitos, lo que creo que hay que hacer es un buen exorcismo al Vaticano!
Yo estoy totalmente de acuerdo con Turkson. Es más le voy a invitar a una comida ecológico-reductora poblacional en la que, a base de placas solares, va a formar parte de un buen cocido (en honor a sus abuelitos antropófagos claro).
La madre del borrego. Ésa es la raíz de todo el asunto del «calentamiento global». La frase «espaciar los nacimientos» es de John Davidson Rockefeller.