En una conversación concedida al National Catholic Register, el arzobispo de Boston comenta el primer año del Pontificado del Papa Francisco, su experiencia en el consejo de cardenales y su visión sobre los divorciados vueltos a casar. La conversación, que tuvo lugar antes de asistir a un evento organizado en la Universidad de Loyola de Baltimore, fue con el editor de Register, Joan Frawley Desmond.
Como miembro del consejo de cardenales nombrados por el Papa Francisco para ayudarle a abordar las preocupaciones más urgentes de la Iglesia, ¿cómo describiría su enfoque?
El mensaje del Santo Padre es volver a lo básico. Él se centra en el kerygma, que pone a Cristo en el centro de nuestras vidas -Cristo que nos llama al apostolado misionero. Él nos recuerda la responsabilidad de testimoniar el amor y la misericordia de Dios por la forma en que nos tratamos unos a otros. Él usa mucho la palabra «ternura».
Como dijo en su misa inaugural, que cayó en el día de la fiesta de San José, «Ternura… no es la virtud de los débiles, sino, más bien, un signo de fortaleza de espíritu y una capacidad de preocupación, de compasión, de genuina apertura a los otros, por amor». Todos los católicos nos sentimos muy felices y orgullosos de que el Santo Padre haya tocado la fibra sensible. Su enfoque está permitiendo a la gente tener otra mirada hacia la Iglesia. Él quiere que ellos vean la belleza de la Iglesia. Él habla por el camino de la belleza y la necesidad de enfatizar lo que nos une, para que podamos llamar a la gente, antes de entrar en las cuestiones difíciles.
Una de las claves hermenéuticas para comprender a este hombre, es su profunda espiritualidad ignaciana. Esto se manifiesta en una vida cristocéntrica, un gran sentido de comunidad, de oración y de contemplación que se expresan en la acción y el servicio.
Usted es el único cardenal de EE.UU. en el consejo de cardenales ¿Esa función incluye representar las opiniones y experiencias de los católicos estadounidenses?
Tratamos de ayudar al Santo Padre a entender los temas que tenemos aquí, para que pueda estar al tanto de la perspectiva de la Iglesia en nuestro país. En nuestras reuniones, el Santo Padre está muy ansioso por escuchar nuestras opiniones. Una lección de humildad. Cardenales de diferentes partes del mundo están en el consejo. A veces, nuestras opiniones coinciden, y a veces tenemos una perspectiva diferente debido a nuestra experiencia. El Santo Padre se está enfrentando a enormes cuestiones, pero lo está haciendo con una profunda serenidad.
Usted ha trabajado fortaleciendo la respuesta de la Iglesia a la plaga de los abusos sexuales por parte del clero, y usted envió a uno de sus propios sacerdotes, el Padre Robert Oliver, para asumir, como promotor de justicia de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el procesamiento de casos que son llevados ante el Vaticano. ¿Confía en que la Santa Sede está plenamente comprometida con el esfuerzo de implementar reformas en las iglesias de todo el mundo encaminadas a proteger a los niños?
Hemos tratado de ayudar al Santo Padre a entender la necesidad de una fuerte respuesta a los abusos sexuales del clero. Sé que él entiende de su importancia. Es por esto que se está formando una comisión sobre la protección del niño.
El Papa Francisco ha expresado compasión por los católicos que no pueden recibir la Eucaristía porque se han divorciado y vuelto a casar, y algunos obispos alemanes dicen que la enseñanza de la Iglesia sobre la indisolubilidad del matrimonio debería ser modificada. ¿Puede darnos alguna información sobre este tema, que se abordará en el Sínodo extraordinario sobre el Matrimonio y la Familia de 2014?
La Iglesia no va a cambiar su doctrina sobre la indisolubilidad del matrimonio. Habrá un esfuerzo por ayudar a aquellas personas que han tenido un matrimonio fracasado y se tratará de examinar vías para considerar que se puede hacer. El Santo Padre está ansioso de hablar de esto, pero creo que es prematuro hacer cualquier pronóstico de la forma en que se abordará. La simplificación del proceso de anulación sería un primer paso maravilloso para hacer frente a un problema pastoral muy importante para la Iglesia.
Usted ha sido uno de los asesores más cercanos del Papa Francisco desde su elección ¿Cómo ha sido esto?
Ha sido gratificante ver el amor y el entusiasmo que la gente tiene por este hombre. Él está ayudando a la gente a vislumbrar el amor, la alegría y la belleza del Evangelio.
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No si cambiar en el papel no se va a cambiar, ya lo ha dicho Kasper, pero, como tantas cosas se cambiará por la vía pastoral de los hechos consumados. Se hará un texto donde se dirá que nada cambia en los doctrinal para a continuación en la práctica cambiarlo todo… es el modus operandi habitual. Cuando ciertas personas empiezan diciendo nada va a cambiar peeero…. hay que analizarlo pastoralmente hay que hecharse a temblar
La Iglesia no va a cambiar la doctrina, la Falsa Iglesia si.
Estos tipos se creen que todos somos tontos o nos hemos caídos de un guindo, cuando resulta que la estrategia francisquista. está ya más vista que los tebeos de Mortadelo y más usada que el botox de la señora presidenta de la Argentina. Unos harán de polis buenos, y otros, de malos. No hay más. Y mientras tanto, todos los días del Señor a enredar y confundir que algo queda.
Que visto estáis y que listos os creéis.